El Instituto Catalán de Oncología (ICO) pondrá en marcha a partir del octubre, en colaboración con las asociaciones de familias de alumnos (AFA), un programa para lograr que padres y madres fumadores de unos 400 hogares del área metropolitana de Barcelona dejen de encenderse el cigarro en casa, donde conviven con menores.

"El objetivo es que, aunque no dejen de fumar en general, al menos ya no lo hagan en casa, para promover hogares sin humo y mejorar así la salud de la familia y de los niños", ha explicado a EFE Esteve Fernández, jefe de la Unidad de Control del Tabaco del ICO, centro colaborador con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Esta iniciativa parte de la colaboración con las dos grandes federaciones de AFA, la aFFaC (pública) y la CAPAC (concertada), mediante las cuales vehiculan el reclutamiento de participantes.

Los participantes reciben unos materiales escritos con recomendaciones para poder dar pasos necesarios para abandonar el vicio, en un proyecto pensando para empoderar no solo al fumador, sino a toda la familia que lo acompaña.

Una vez confirman que quieren seguir, los participantes tienen acceso a un especialista que les asesora y en paralelo los investigadores hacen un seguimiento, al tiempo que miden la presencia de nicotina en la casa, al principio y al final del proceso, unos seis meses después, con el fin de comprobar que funciona el proyecto.

NI EN EL BALCÓN

Los que entran en el programa se comprometen a intentar de dejar de fumar en todos los espacios de la casa, incluido el balcón.

"En las casas donde solo se fuma en el balcón o en la galería, o en el comedor cuando los niños están durmiendo, los componentes se difunden en el aire de forma homogénea, así que llegan también a la habitación de los niños", ha subrayado Fernández.

En una primera fase piloto, que culmina este junio, se ha llevado a cabo el programa en una veintena de familias en las que hay un fumador y el próximo paso es probar la eficacia del programa en una muestra más amplia, de unas 400 familias, a partir del octubre, en el próximo curso escolar, ha explicado Fernández.

CONCIENCIAR DONDE NO SE PUEDE LEGISLAR

En la esfera pública la normativa ya establece limitaciones, que el Departamento de Salud de la Generalitat quería ampliar a terrazas de bares y restaurantes este 2023 (aunque la propuesta aún no ha llegado al Consell Executiu), mientras que el nuevo plan nacional contra el tabaquismo, encallado desde hace meses en el Ministerio de Sanidad, también contemplaba estas medidas.

En cambio, en el ámbito privado, como es el domicilio, no se puede legislar, de ahí la necesidad de concienciar.

Según Fernández, un tercio de los fumadores ya tiene el hábito de no fumar en casa, pero este porcentaje "hay que ampliarlo" con programas como este, que se han aplicado en Estados Unidos (Smoke free homes) con buenos resultados: entre un 40-45% de los participantes lograron dejar de fumar en el hogar.

LOS COCHES, ASIGNATURA PENDIENTE

El coche es otro de los ámbitos privados donde no está limitado, si bien es un espacio en el que el que la concentración de partículas nocivas "se multiplica por 20 o incluso 100 veces más" que en lugares más amplios, "incluso con las ventanillas abiertas", ha detallado Fernández.

De momento, el objetivo del ICO de tratar de retirar el cigarrillo del coche "quedará para una segunda fase" del estudio, ha destacado el investigador, que no obstante ha resaltado que en Estados Unidos se ha observado que dejar de fumar en casa también ayuda a no hacerlo en el vehículo.

El conseller de Salud, Manel Balcells, se comprometió nada más llegar al cargo el pasado octubre a estudiar también restricciones el tabaco dentro del coche cuando hubieran menores o personas vulnerables en el vehículo, pero de momento la medida no se ha concretado.