Las plataformas online están aprendiendo de los gustos de los más pequeños, porque, al final, son las audiencias del futuro. Incluso en ocasiones, han usado técnicas para captar la atención de los menores aprovechando su falta de madurez, cosa que no ha gustado a los padres.
El consumo tecnológico tiene por supuesto un valor muy positivo como es el poder haber realizado clases online en el confinamiento, aprender idiomas desde casa, desarrollar nuevas destrezas que puedes aprender a través de muchas aplicaciones, el acceso a vídeos sobre cualquier realidad que te interese...siempre, eso sí, que se minimicen los riesgos para los más pequeños y aumente el control de las herramientas que pueden utilizar los padres para hacerlo.

Javier Mur está más que acostumbrado a ver cómo se desarrollan las personalidades de los niños. Este profesor de educación primaria yasegura a COPE que esto les afecta “a la hora de socializar menos, porque pasan tiempo delante de la tele y también en una sensación de control absoluto sobre todo lo que ven y hacen, que extrapolado a la vida real no se corresponde a una realidad en la que puedan hacer y decidir todo lo que quieran siempre”.

Carlina, que tiene una hija de 8 años, considera que “es evidente que la pandemia ha dado el impulso definitivo a las plataformas de series, no solo para adultos sino también para adolescentes y niños debido a la cantidad enorme de tiempo que se ha tenido que rellenar”. Algo en lo que coincide Ana Cobos, doctora en psicopedagogía. Además ejerce como orientadora en un instituto de Málaga y profesora en la universidad de la misma ciudad, desde 2014 es presidenta de COPOE (Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España). Su experiencia le hace ser una voz autorizada que considera que los niños no son más adictos que antes, “es que tiene muchísimos más estímulos y posibilidades y la capacidad de control podría ejercerse igualmente pero es más difícil de entrenar porque también han cambiado las pautas educativas y ahora se entiende que los niños es bueno que tengan estímulos, cosa que es buena, pero hasta cierto punto”.

Carlina recuerda que cuando ella era pequeña “solo había dibujos los sábados y domingos antes de la peli de la tarde". "Eran Barrio Sésamo o La bola de cristal”, dice. Compara su situación con la de su hija. Ella “tiene 4 o 5 canales temáticos en abierto 24h, más las plataformas con series. Ahí está el peligro de enganche y los padres tenemos que ser vigilantes no solo con el tiempo sino también con el contenido que ven. Hay que controlar un equilibrio para aprovechar también esta gran oferta que tenemos ahora de ocio”, cuenta. Y es que hasta un 36 % de los contenidos más vistos en streaming este 2020 son de género infantil.

Es importante que tanto padres e hijos tengan claro la forma en la que se debe consumir estas plataformas. Juanma es padre y tiene muy claro que “en casa hay unos tiempos establecidos para ver los dibujos, no es la opción de entretenimiento para tener a los niños contentos y ellos lo saben".