La vacuna de Janssen es la que menos se ha pinchado en España, la han recibido hasta el momento algo menos dos millones de personas en nuestro país. Tras el debate sobre la tercera dosis con las de Pfizer o Moderna, que se ha saldado con la aprobación de un refuerzo para personas con problemas en el sistema inmune y para los mayores de las residencias, lo que ahora se plantea es si también los vacunados con la inyectable monodosis deben recibir un pinchazo extra.

Muchos de los expertos consultados por COPE consideran que las dosis de refuerzo solo están indicadas para personas con inmunodepresión o personas en grupos de población en los que los datos demuestren que la protección está bajando, pero en ningún caso para todos los vacunados y lo mismo consideran con respecto al 1.956.000 de inmunizados con Janssen. Antes de plantear segundas o terceras vueltas insisten es prioritario globalizar la vacunación para evitar la aparición de nuevas variantes.

“Lo lógico es pensar que a las personas con mayor vulnerabilidad por tener un sistema inmunológico comprometido o que hayan podido desarrollar poca respuesta inmunológica pues igual que va a ocurrir con las vacunas bidosis deberá llevarse a cabo con la monodosis de Janssen” explica a COPE el virólogo de la Autónoma José Antonio López Guerrero.

Si el refuerzo en una pequeña parte de la población ya vacunada se sostiene desde un punto de vista inmunológico desde un planteamiento más epidemiológico la situación no se puede generalizar.

“De nada servirá que estemos con tres, con cuatro o con cinco dosis y cada vez tengamos una respuesta inmune más específica contra las variantes que están en el mercado si dejamos que el virus siga evolucionando, generando nuevas variantes en los países con menos control y con menos porcentaje de vacunados” señala López Guerrero.

Marcos López, presidente Sociedad Española Inmunología, sí considera que debido a la menor eficacia de Janssen que la que logran Pfizer, Moderna o AstraZeneca el refuerzo si va a acabar siendo necesario. Y todo porque según recalca “lo que se ha visto con la variante Delta es que una dosis solo protege menos que las dos dosis”.

Varios estudios lo demuestran, entre ellos el realizado por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC): entre los adultos estadounidenses sin condiciones inmunocomprometidas, la efectividad de las vacunas contra la hospitalización fue en la de Moderna del 93%, en la de Pfizer-BioNTech del 88% y en la de Janssen del 71%. Aun así, todas las vacunas reducen drásticamente el riesgo de sufrir la enfermedad de forma grave.

¿De aprobarse qué vacuna les pondrán a los inmunizados con Janssen?

La mayoría de los expertos coinciden en que falta aún información definitiva e independiente para tomar una decisión al respecto. En un estudio preliminar Janssen demuestra una clara mejora de la inmunidad con una dosis extra pero el caso de AstraZeneca, que es de la misma familia, lo que se ha demostrado en realidad es que lo más eficaz es combinarla con una de ARN como Pfizer o Moderna.

López aboga precisamente por esa vacunación heteróloga también en el caso de los vacunados con Janssen, pero otros expertos como el virólogo Estanislao Nistal consideran que se debe esperar a conocer el resultado final de la investigación de Johnson & Johnson para decidir si es mejor repetir o cambiar.

Los datos preliminares del último estudio de la farmacéutica que comercializa Janssen demostraron que con la segunda dosis aumentan los anticuerpos, con una respuesta nueve veces mayor que la que se genera 28 días después de la vacunación con una única dosis.

En España la Ponencia de Vacunas planteó la semana pasada que se estudiase poner una segunda dosis a los inmunizados con Janssen tras los brotes detectados en varias prisiones este verano. La pelota está en el tejado de la Comisión de Salud Pública, que, tras aprobar la tercera dosis para una pequeña parte de los vacunados con Pfizer y Moderna, no se ha posicionado aún al respecto.