Una enfermera revela la odisea de ir al médico este verano en España: "En algunos servicios de salud"
Casi 10.500 camas de hospital no estarán disponibles entre junio y septiembre en nuestro país, así como se suspenderán consultas, pruebas y operaciones

La jefa de Sociedad de COPE, Carmen Labayen, explica cómo afecta al sector sanitario el período vacacional
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Llegar al médico de cabecera en pleno verano se ha convertido en una verdadera odisea para miles de españoles. No solo por el aumento de población en determinadas zonas turísticas, sino por la falta de personal sanitario, la reducción de servicios y el cierre temporal de infraestructuras clave. Casi 10.500 camas hospitalarias estarán fuera de servicio entre junio y septiembre, y a esta cifra se le suma la suspensión de consultas, pruebas diagnósticas y operaciones programadas, según ha informado el sector sanitario.
"El sistema funciona al ralentí", asegura Tomás Cobo, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, en declaraciones recogidas por la Cadena COPE. Cobo advierte de que, en verano, se abren menos agendas médicas, lo que provoca retrasos notables en la atención: “Al haber menos agendas abiertas, obviamente se alarga el tiempo que el médico va a tardar en ver al paciente y en las zonas turísticas, pues aún hay mayor impacto”.
El parón estival no solo ralentiza la atención a los ciudadanos, sino que aumenta la presión sobre los profesionales que siguen en activo. Carmen Labayen, jefa de Sociedad de COPE, lo resume de forma clara: “No es solo que no se sustituya a los profesionales sanitarios de vacaciones, sino que en algunos puntos, debido a la proliferación de veraneantes, son necesarios refuerzos”.
Estrés para los profesionales, riesgo para los pacientes
Mientras miles de ciudadanos esperan una cita o una operación, los sanitarios denuncian que las sustituciones solo cubren una parte mínima de la plantilla. Lo explica con preocupación María José García, portavoz del sindicato de enfermería Satse: “En algunos servicios de salud termina tan solo sustituyéndose en torno al 40-50% de la plantilla”.

Barcelona, España, el nuevo Hospital UCI Sant Pau
Ese desfase entre las necesidades reales y los recursos disponibles provoca jornadas agotadoras, estrés acumulado y un deterioro de las condiciones laborales. “Duplica el trabajo, genera más estrés y también más riesgo para la salud de los propios profesionales”, añade García, que ha pedido a las administraciones autonómicas que afronten este problema estructural más allá de los meses estivales.
El resultado para los pacientes es igual de alarmante: retrasos en diagnósticos y cirugías que pueden derivar en consecuencias graves si la atención no llega a tiempo. Una intervención quirúrgica demorada, una prueba vital postergada o una simple cita con el especialista que no llega a materializarse en todo el verano pueden marcar una diferencia crucial en el pronóstico de muchas enfermedades.
Casi 10.500 camas cerradas
El Ministerio de Sanidad ha reconocido en otras ocasiones la necesidad de abordar la reorganización de recursos durante el verano, pero las competencias están en manos de las comunidades autónomas. A pesar de algunas mejoras puntuales, la realidad es que cada verano se repite el mismo patrón de saturación y desatención.

Camas de hospital. Hospital Universitario Gran Canaria Doctor Negrín, Las Palmas de Gran Canaria
Con el aumento del turismo interno y externo, y con una población cada vez más envejecida que necesita atención constante, los recortes en verano afectan directamente a la salud pública. Mientras tanto, los pacientes siguen esperando, los médicos y enfermeros aguantan la presión, y el sistema, una vez más, se sostiene a duras penas.