Este sábado 3 de julio se cumplen 15 años del accidente del metro de Valencia en el que fallecieron 43 personas y otras 47 resultaron heridas, el más grave de la historia de la FGV. Pasados unos minutos de la 1 del mediodía, el 3 de julio de 2006, un convoy de la línea 1 del Metro de Valencia, la más antigua de la ciudad, descarriló en la curva previa a la estación de Jesús. La caja negra confirmó que el tren circulaba a 80 kilómetros por hora en una curva con la velocidad limitada a 40 kilómetros.

El accidente despertó la solidaridad de los valencianos que acudieron, de manera masiva, a donar sangre. Dos días después del suceso, el 5 de julio de 2006, se celebró un funeral multitudinario en la Catedral de Valencia en memoria de las víctimas, que fue presidido por los Reyes.

Una de las primeras conclusiones del accidente, que tuvo lugar cinco días antes de que el papa Benedictino XVI aterrizara en España para clausurar en Valencia el Encuentro Mundial de las Familias, fue que el conductor era el único responsable por un posible desvanecimiento. Esto nunca se pudo demostrar, ya que el maquinista resultó herido de gravedad y falleció pocas horas después del suceso.

En octubre de 2006 se constituyó la 'Asociación de Víctimas del Metro 3 de julio' (AVM3J), compuesta por familiares de heridos y fallecidos, con la finalidad de exigir responsabilidades políticas y penales. El caso ha sido muy polémico debido a que ha sido cerrado y reabierto en varias ocasiones.

Cierre y reapertura de la causa

En marzo de 2007, dos meses antes de las elecciones autonómicas y municipales en la Comunidad Valenciana, el juzgado de Instrucción número 21, encargado del caso, lo archivó por primera vez a petición de la fiscalía y en diciembre de ese mismo año se confirmó el archivo de la causa. El juez consideró que no se había producido ningún fallo técnico y que la responsabilidad era del conductor, fallecido en el descarrilamiento.

A raíz del cierre del caso, la Asociación de Víctimas se ha concentrado cada aniversario del accidente para reclamar responsabilidades. En enero de 2014 la causa fue abierta de nuevo por orden de la Fiscalía, y más de tres años después, en mayo de 2017 la causa fue sobreseída de nuevo, descartando por segunda vez un fallo en el vagón o la vía.

La Fiscalía y la AVM3J recurrieron esta última decisión y en febreo de 2018 se ordenó de nuevo la reapertura del caso, en la que se convocaba la apertura de un juicio oral. En enero de 2020, 14 años después del accidente, cuatro exdirectivos de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana acusados reconocieron los hechos, asegurando que "conocían las deficiencias de seguridad", lo que supuso un acuerdo entre la Fiscalía, la Asociación de Víctimas y los acusados.

Esto propició que la Asociación retirara la acusación contra estos cuatro exdirectivos y la mantuviera contra los otros cuatro acusados. Finalmente, gracias al acuerdo alcanzado no se celebró el juicio oral, que se esperaba fuera largo y muy mediático. Los cuatro acusados condenados fueron Vicente Antonio Contreras, Juan José Gimeno Barberá, Francisco García Sigüenza y Sebastián Argente, aunque ninguno llegó a entrar en prisión. La acusación se retiró contra Manuel Sansano, Luis Miguel Domingo, Salvador Orts y Marisa Gracia, esta última era directora gerente de FGV en el momento del suceso.

El pasado año, con el caso cerrado definitivamente, la presidenta de la AVM3J se mostraba "contenta" con el acuerdo alcanzado. Aseguraba que se quedaba con que la dirección de la empresa había reconocido lo que había hecho mal, y que se hacía justicia.