Desde la infancia hasta la edad adulta, la amistad forma parte de nuestro día a día y es un aspecto muy importante del ser humano. Somos seres sociales y desde que nacemos, necesitamos de los demás para tener un buen desarrollo emocional. Los niños/as necesitan conexión y seguridad, para ello, necesitamos sentirnos cuidados, protegidos y queridos. Estas sensaciones nos las aportan nuestro grupo de amigos.

A medida que vamos creciendo, nuestras relaciones sociales van aumentando y nuestras amistades pueden ir variando en función de nuestra vida. En la adolescencia, los cambios emocionales y físicos, nos aportan una nueva visión de las relaciones y hace que nuestros amigos sean una de las piezas más importantes dentro de nuestra vida. "Muchos estudios demuestran que los cambios o hábitos que adquirimos a lo largo de la vida están motivados por nuestros amigos más cercanos", señala la especialista y psicóloga general sanitaria Sofía Ruiz.

Por el contrario, si en este proceso de cambio, nuestras relaciones de amistad no son correspondidas puede ocasionar problemas emocionales, los cuales "hacen que nos sintamos solos, distintos o 'raritos'", subraya Ruiz.

A lo largo de la historia, se han desarrollado numerosos estudios para explicar cómo se establecen las relaciones. Una de las teorías más destacadas es la teoría de Dunbar (nacida a finales del siglo XX). Según este autor, cuanto mayor es el tamaño de nuestro neocortex, mayor es el número de amigos que tendremos a lo largo de la vida. Partiendo de los estudios elaborados previamente, consideró que el número medio de relaciones que conseguiremos a lo largo de nuestra vida es de 150. "Este número, hace referencia al número de relaciones con las que tenemos identidad y cohesión", subraya Sofía Ruiz.

Dunbar no solo estudió la importancia en la socialización, sino que analizó también las habilidades lingüísticas, las cuales juegan un papel muy importante en la socialización. Cabe destacar que este es un ranking orientativo, que puede variar según la personalidad de los individuos. Por ejemplo, las personas extrovertidas, tienden a tener una red más amplia, aunque con relaciones menos intensas. Mientras que aquellos que sean más introvertidos se concentran en un grupo más pequeño de contactos.

Relaciones en las redes sociales

Internet ha modificado varios aspectos de nuestra realidad cotidiana, incluso la forma de relacionarnos afectivamente.Actualmente, puede resultar muy sencillo hacer amigos, ya que las redes sociales nos acercan mucho más a los demás. Es fácil tener miles de seguidores en las redes sociales, "pero estos no nos aportan un vínculo “real” de amistad", subraya la especialista. En gran parte porque nosotros mostramos solo una parte de nuestra vida.

El desarrollo del cerebro va cambiando y se va a reorganizando en función de nuestro ciclo vital. Todo esto favorece el ambiente adecuado para un buen desarrollo cerebral que posteriormente será muy útil en nuestras relaciones interpersonales. En base a estos estudios, es cierto que el número de amigos o de relaciones que tenemos a lo largo de toda nuestra vida, "tiene que ser un número finito".

Repercusión de Dunbar

A día de hoy, la teoría del número Dunbar sigue siendo utilizada y sigue teniendo diferentes críticas, "ya que el número de relaciones varía en función de la edad, la localización en la que vivas, el trabajo que realices o incluso, el uso que hagas de internet", señala la psicóloga.

Por último, destacar que "las relaciones “cara a cara”, siguen siendo más primordiales y beneficiosas para nuestra salud", apunta Ruiz.