¿Cuándo es necesario sustituir una luna dañada?

Los cristales de un vehículo, ya sea el parabrisas, las ventanillas laterales o la luneta trasera, son elementos esenciales de la estructura del mismo. No solo garantizan la seguridad de los ocupantes del automóvil, evitando que viento y objetos penetren en su interior, sino que además aseguran la estabilidad del esqueleto del coche, sobre todo en caso de accidente.

Por estas sencillas razones es tan importante llevar a cabo un correcto mantenimiento de todos los vidrios y sustituir la luna de nuestro coche siempre que sea necesario.

A continuación, os mostramos las ocasiones en las que es necesario llevar a cabo una completa sustitución de los cristales y cuando es posible realizar una sencilla reparación de los mismos.

Tipos de vidrios utilizados en la fabricación de parabrisas

Antes de entender en qué momentos los distintos cristales precisan sustitución, es importante entender los principales tipos de vidrios que se utilizan para la fabricación de los mismos.

Por un lado, se encuentra el cristal templado, el cual se somete a numerosos tratamientos con el fin de mejorar su resistencia. Debido a estos procesos, el cristal se convierte en una versión mejorada, más fuerte, y en caso de colisión este se rompe en muchos trozos de tamaño muy pequeño, para evitar cualquier riesgo que pueda suponer un fragmento de vidrio puntiagudo de gran tamaño.

Por otro lado, existen los cristales laminados, más resistentes a los golpes gracias a que están creados por varias capas de vidrio adheridas entre sí. De este modo, cuando el vehículo tiene un accidente o cuando simplemente el cristal recibe un golpe, el vidrio no se rompe en infinidad de trozos, sino que mantiene su forma.

Esta es la principal diferencia a tener en cuenta a la hora de analizar si una luna precisa de reparación o sustitución. El vidrio laminado permite arreglos y es aquel que se utiliza en lunas delanteras, mientras que las ventanillas laterales y la luneta trasera están fabricadas con cristal templado, por lo que si se rompen, necesitarán de una completa sustitución.

Distintos tipos de roturas de lunas, ¿cuándo se deben reparar y cuándo sustituir?

Además del tipo de vidrio utilizado en la fabricación de una luna, la posible reparación de la misma, sobre todo en aquellos casos en los que está elaborada a base de cristal laminado, depende del tipo de rotura que sufra, así como del tamaño de la misma.

De este modo, se pueden diferenciar un total de seis tipos de roturas de lunas:

¿En qué casos es necesario cambiar la luneta trasera?

Por otro lado, la luneta trasera de un automóvil suele precisar de una completa sustitución debido al material utilizado para su fabricación, por lo que hay que tener en cuenta los siguientes daños, ya que pueden suponer la necesidad de cambio de la misma.

¿De qué manera se pueden prevenir daños en las lunas de un vehículo?

Es muy complicado evitar impactos, daños y desgaste en los distintos cristales de un vehículo, pero teniendo en cuenta una serie de factores, es posible minimizar el riesgo de sufrirlos.

Por ejemplo, para evitar golpes en las lunas creados por pequeñas piedras proyectadas en la calzada, se aconseja evitar circular por suelos irregulares y, sobre todo, mantener la distancia de seguridad con otros vehículos.

También se puede disminuir la probabilidad de que aparezcan grietas procurando evitar la existencia de cambios bruscos de temperatura entre el interior y el exterior del automóvil.

Otra forma muy sencilla de mantener los cristales de un coche en perfectas condiciones es limpiar, cuidar y sustituir los limpiaparabrisas cuando sea preciso.

Ahora bien, lo más importante a tener en cuenta es actuar cuanto antes en el momento que se note un pequeño impacto en el parabrisas, de este modo, se puede evitar su propagación, por lo que tan solo se necesitará una pequeña reparación, en lugar de una sustitución completa.