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¿Cuáles son los riesgos de la carrera por la vacuna anicovid?

Los gobiernos de las grandes potencias mundiales presionan a los 186 equipos científicos de todo el mundo implicados en la competición por la vacuna contra la COVID-19

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Maribel Sánchez Margallo
@maribelmargallo

Redactora 

Tiempo de lectura: 3'Actualizado 14:00

Rusia, EEUU, Gran Bretaña y China han comenzado una carrera frenética y sin precedentes en la Historia de la Humanidad. Detrás de farmaceúticas y laboratorios están las grandes potencias mundiales peleando por un prestigio científico que les situará con líder mundial en base a su demostración tecnológica y científica.

El profesor de relaciones internacionales de la Universidad Pontificia de Comillas, Alberto Priego, explicaba en COPE que “los equipos científicos están presionados por los gobiernos de las grandes potencias como si se tratara de una carrera armamentística o de la llegada del hombre a la Luna, aunque entonces no estaba en juego la salud de la humanidad como ocurre con la vacuna para cortar la pandemia del coronavirus”.

Una competición frenética en la que EEUU, por ejemplo, busca ahora mismo 30.000 voluntarios para acabar los ensayos clínicos y revalidar su liderazgo mundial. En frente tiene otras 6 vacunas en fase 3 y un total de 186 equipos científicos repartidos por todo el mundo y presionados por los gobiernos de las grandes potencias.

“La cantidad de dosis estarán muy limitadas al principio, y eso hace aumentar la rivalidad”, explicaba el profesor Priego en COPE. ¿Se convertirá la carrera por desarrollar la vacuna en una nueva arma geopolítica? ¿Qué supone para un país ser el primero en desarrollar y distribuir dosis? ¿Qué diferencias hay entre países?

BLOQUES POLÍTICOS

La competición por ser el primero en comercializar la vacuna ha hecho que los países se posicionen en dos grandes grupos geopolíticos que pretenden mostrar su capacidad tecnológica y científica a través del desarrollo de la vacuna anticovid.

Desde la Universidad Pontificia de Comillas, el investigador Alberto Priego, concretaba en COPE cuales son esos grupos: “Por un lado están los países occidentales, liderados por EEUU y la Unión Europea, con varios ensayos con visos de prosperar”.

Las últimas noticias apuntan a que Estados Unidos está buscando 30.000 voluntarios en 80 puntos del país para participar en la fase 3 del ensayo clínico de la vacuna en la que trabajan la farmacéutica AstraZeneca y la Universidad de Oxford.

Otros proyectos avanzados son la vacuna de BioNTech y Pfizer que ha sido testada hasta ahora en 45 pacientes alemanes y 360 más estadounidenses.

Además, el Imperial College de Londres, la Universidad de Osaka, el Instituto de Investigación Infantil Murdoch y empresas como Johnson & Johnson también tienen sus proyectos en marcha. Esta última famaceútica colabora con el laboratorio Jansen, que ha visto como La Agencia Española del Medicamento autorizaba los ensayos en fase 2 con 190 voluntarios en tres hospitales españoles (el Hospital de La Paz y el de La Princesa, en Madrid, y el hospital del Marqués de Valdecilla, en Santander)

Entre los proyectos que se están estudiando en los laboratorios, destacan también las vacunas experimentales españolas del Centro Nacional Biotecnología y del IDIBAPS-Hospital Clínic.

COMPETICIÓN EXTRAOFICIAL POR LA VACUNA.

El otro bloque geopolítico que lucha por conseguir primero la ansiada vacuna contra la COVID-19 “está liderado por China, Rusia y en menor medida la India”, declaraba el profesor Priego en COPE, para añadir que “pretenden recuperar el prestigio que se vio afectado con la mala gestión de la crisis sanitaria y la demostrada ocultación de datos de la pandemia del coronavirus”.

En estos países “hemos comprobado ya que utilizan procedimientos poco serios”, detallaba en COPE el profesor de la Universidad de Comillas. El ejemplo más criticado por la comunidad científica fue cuando Rusia afirmó haber dado con la primera vacuna del mundo contra el covid-19, bautizada como Sputnik V y aportó como prueba que la había testado la propia hija del presidente Putin. China también se adelantaba y anunció que había registrado la vacuna desarrollada por la compañía CanSino, un compuesto al que el gobierno chino aprobó para su "uso de emergencia" en empleados estatales y fuerzas armadas.

Los expertos epidemiólogos consultados por COPE aseguran que ambos proyectos han concluido antes de terminar la evaluación de los ensayos clínicos, en la que se comprueba la efectividad y seguridad del producto.

RIESGOS PARA LA HUMANIDAD

Otros ejemplo de esta carrera desproporcionada por ser los primeros en comercializar la vacuna la vemos en los 3.000 peruanos que se han presentado voluntarios para probar la vacuna china contra el coronavirus, que ni siquiera ha confirmado haber pasado todas las fases.

Son pruebas que han llevado a la Organización Mundial de la Salud a alertar de que las prisas para lograr una cura pueden acabar siendo perjudiciales para la evolución de la pandemia del coronavirus.

Los científicos consultados por COPE aseguran que la efectividad de estas supuestas vacunas ficticias sería del 50% como muchos, aunque el hecho que habérsela puesto llevaría a la población a tener una falsa sensación de seguridad que les haría relajar las medidas de seguridad.

Los expertos de la OMS estiman que no tendremos una vacuna eficaz y global contra el coronavirus hasta el primer trimestre de 2021.

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