Los refrescos y las bebidas frías son un elemento indispensable del verano. Pese a no darle el valor que tiene, el hielo es fundamental para poder poner en la temperatura óptima todas las bebidas que consumimos en este periodo. El periodo estival supone un incremento del gasto de este producto. Pero este verano esa tendencia podría cambiar ya que, tanto empresas productoras como consumidores, avisan de la falta de abastecimiento. El problema tiene su origen en que la cantidad almacenada durante estos pasados meses fue menor de lo que el consumo requiere, ya que los costes de esa actividad se dispararon fruto de la inflación.

La denominada “crisis del hielo” hace que, ante la falta de este recurso tan necesario en muchos casos, muchos sean los que busquen alternativas en lo relativo a su fabricación. La opción más lógica y habitual parte de las tradicionales cubiteras. Pero si la necesidad te llama y no tienes este utensilio en tu casa, deberías saber que existen otras formas menos conocidas de crear cubitos de hielo. Entonces, ¿como podemos hacer hielo sin tener cubitera?

Con globos

Puede que ni siquiera hayas llegado a pensar en esta posibilidad, pero los globos tienen más utilidades que la mera diversión. En lo referido a su elaboración, cabe resaltar que hay que tener cuidado con la cantidad de agua que se echa en el globo. Esto es importante, ya que sino es probable que no te entre en el congelador.

Existen dos formas para su elaboración que parten del tipo de globo. Si es un globo normal, de los grandes, obtendrás una mayor cantidad de hielo pero es más dificultoso dividirlo para repartirlo en los vasos. La otra opción, más cómoda, es utilizar globos de agua, ya que su tamaño es menor.

Con moldes de horno

Los moldes de silicona para hornear son un muy buen sistema para hacer hielos. Esto es así, ya que su sistema es similar al de algunas cubiteras. El problema o virtud, parte de la forma que tenga que tengan los recipientes. Asimismo, cabe resaltar que al igual que en el horno, en el congelador, se soportan temperaturas extremas. Por tanto, el material de diseño del recipiente esta capacitado para aguantar el proceso.

Con vasitos de hielo

Llegados a este punto, cabe resaltar que si no tienes ni moldes de horno ni globos sigues teniendo oportunidades de poder solventar el problema del hielo. Por ejemplo, otras de las alternativas se basa en echar agua en un vaso de plástico, pegar otro vaso de plástico en la parte superior del anterior, meterlo al congelador, esperar a que se congele y, posteriormente, retirar el vaso interior.

Una vez lo haya sacado del congelador, deberás romper el exterior sacando el bloque que se ha creado. De este fácil modo, podrás obtener pequeños vasos de hielo, que son vasos y son hielos.

Con bolsas herméticas

Para hacer hielos con este sistema, sólo necesitas una bolsa con cierre hermético. Por ejemplo, de esas que se utilizan en los aeropuertos para meter líquidos o en casa para almacenar la comida. Con ella en tus manos, llénala un poco menos de la mitad de la bolsa y métela tumbada en el congelador. De este modo, la capa de hielo que se creará pero no será demasiado gruesa. Esto último es un pequeño truco para que, a la hora de tener que romperla para crear hielos pequeños, dicha operación no sea demasiado compleja.

Hueveras forradas con aluminio

Sin duda alguna, una de las formas más curiosas es la creación de tu propia cubitera con una huevera de cartón y papel de aluminio. El proceso parte de coger dicha huevera, la cual más o menos tiene la forma de la cubitera, y cubrir cada hueco con papel de aluminio. Posteriormente, llega el momento de llenarlos de agua y meterlos al congelador. Con este sistema te aseguras que tus hielos, de forma redonda, aguanten perfectamente.