La Unidad de Covid-19 persistente de la Fundación Lucha contra el Sida (FLS) y las Enfermedades Infecciosas ha atendido a más de 250 personas con afectaciones sistemáticas relacionadas con la enfermedad, ha explicado la entidad en un comunicado este viernes.

La FLS creó en junio la Unidad de Covid-19 persistente, encabezada por las investigadoras Lourdes Mateu y Marta Masanella, para "atender a las personas que, a pesar de haber superado la enfermedad hace meses, tienen sintomatología persistente relacionada con el coronavirus".

Algunas de estas afectaciones más comunes, que se derivan probablemente de cambios en el sistema inmunitario, son la astenia, la afectación neurológica, las alteraciones cognitivas, la falta de memoria, la clínica digestiva, la alteración del sabor o la pérdida de peso, las alteraciones que afectan al sistema respiratorio, la sensación de ahogamiento y los dolores musculares y articulares.

Actualmente, la Unidad ofrece asistencia multidisciplinar a sus pacientes: "Solo desde una perspectiva médica global podemos entender la complejidad de la Covid-19 persistente y ayudar a los pacientes, pero todavía se necesita mucha más investigación", ha declarado Mateu.

Los datos clínicos recogidos desde la Unidad se están analizando en el marco del estudio clínico 'Cohort King', que pretende reunir datos científicos sobre la enfermedad para poder "elaborar en el futuro protocolos de actuación".