Contratación en origen, todo ventajas pero aún muy minoritaria
7.000 latinoamericanos han sido contratados así en 2025

Carmen Labayen, jefa de Sociedad de COPE, analiza en 'Mediodía COPE' los datos de migrantes y trabajo
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El número de trabajadores latinoamericanos ha crecido más de un 120 por ciento desde 2019 en España. 7.000 de ellos han logrado su puesto de trabajo por medio de programas de contratación en origen en 2025. Es un sistema que se utiliza poco y, según los expertos consultados por COPE, de los más ventajosos tanto para los trabajadores como para el país de acogida.
“Con este sistema todos ganan. Gana el migrante, gana el país de origen y gana el país de destino. Aporta orden y predictibilidad al sistema. No existe una alternativa a esto. En el futuro en la medida en la que nuestra pirámide demográfica se estrecha peligrosamente por la base, que cada vez nuestra población está más envejecida y nuestra necesidad de trabajadores es más existencial, no va a quedar más remedio que poner en marcha este tipo de programas a gran escala”, explica en COPE Gonzalo Fanjul, experto en migración y director de investigaciones de la Fundación Por Causa.
El problema es que, de momento, y aunque algunos países como España empiezan a apostar por este tipo de contratación y, según nos cuenta la directora de estudios sociales de FUNCAS María Miyar: “su alcance es limitado, hay algunas experiencias útiles y positivas pero la magnitud de estos programas es muy pequeña si la comparamos con la de las necesidades del mercado laboral y el papel que desempeñan los inmigrantes sobre todo en la agricultura, hostelería o el servicio doméstico en nuestro país”.
Calculan que de aquí a 2027 llegaran 875.000 migrantes a nuestro país, un 19 por ciento menos que entre 2021 y 2024, una caída que en FUNCAS, achacan en parte al boom de llegadas pospandemia y a la ralentización del turismo. Menos del 2,5 por ciento de estas llegadas son contrataciones en origen.
España necesita mano de obra y los migrantes son un puntal económico necesario para asegurar nuestro crecimiento pero en paralelo surgen discursos políticos cada vez más duros contra la inmigración. Según, apunta Fanjul, “cuando la gente protesta por la política migratoria no protesta tanto porque lleguen más o menos migrantes sino porque lo que perciben es que hay caos en la frontera, que la gente está llegando de forma irregular y que los Estados no controlan y creo que es una preocupación justificada”.
¿Por qué no se hacen más contrataciones en origen?
Según explica María Miyar: “el principal inconveniente de estos programas es la lentitud administrativa y la rigidez del sistema con trámites largos, cupos pequeños y con catálogos de difícil cobertura que no siempre reflejan bien las necesidades reales del mercado y, al final, para muchos inmigrantes es una opción más fácil coger el avión y venirse”.
Según los últimos datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, hay 4,2 millones de latinoamericanos viviendo en España y son el 60 por ciento de la población extranjera residente en nuestro país. Más de un millón de ellos trabajan de forma que un tercio del total de los afiliados extranjeros son latinoamericanos y cerca del 5 por ciento del total de los afiliados a la Seguridad Social.
Y este colectivo, el de los trabajadores latinoamericanos, muestra un mayor peso entre los trabajadores menores de 35 años. Por sectores, el 20'5 por ciento trabaja en Hostelería, e 13,2 por ciento en Comercio, el 12,2 por ciento en Actividades Administrativas y Servicios Auxiliares, el 9,8 por ciento en la Construcción. También importante el aumento en los últimos años de trabajadores en actividades sanitarias y servicios sociales (72.090 afiliados), en actividades industriales (68.900 afiliados) y en científicas y técnicas (33.330 afiliados).
Para Fanjul más que la complejidad de los trámites, que también, el freno a la contratación en origen es “político más que técnico, durante mucho tiempo los países de destino, España incluida, se han negado a poner en marcha este tipo de medidas porque tenían miedo a que la gente se quedase aquí”.
Actualmente nuestro país tiene acuerdos con 11 país latinoamericanos en el programa de Gestión Colectiva de Contrataciones en Origen. Este año 7.000 personas de estos países se han incorporado a trabajar como peones agrícolas, manipuladores de frutas y hortalizas o como bañistas-socorristas, por ejemplo procedentes de Colombia, Ecuador, Honduras, República Dominicana, Guatemala, México, El Salvador, Paraguay y Argentina.
¿Qué alternativas hay a la contratación en origen?
-El arraigo: “es un mecanismo que ha logrado evitar la urgencia de una regularización extraordinaria en los últimos 20 años pero es cierto que su uso continuado supone para los inmigrantes pasar dos o tres años en la irregularidad hasta obtener el permiso de residencia por arraigo y esto es algo que tiene costes para ellos y también para la sociedad en general. De las 352.089 personas con autorización de residencia por arraigo en vigor, 225.428 son de origen latino. Hay diferentes tipos de arraigo, los principales son los que se ofrecen por formación, por motivos laborales y por motivos familiares.
-Las regularizaciones extraordinarias: la última se hizo en 2005 en nuestro país. Actualmente entre 500.000 y 700.000 extranjeros están en situación irregular en nuestro país. Impulsada por 900 entidades sociales, incluidas las de la Iglesia Católica, logró el apoyo de más de medio millón de personas. Actualmente su aprobación y tramitación está paralizada en el Congreso por falta de apoyo parlamentario.
“Ninguna economía, ningún estado inteligente quiere tener a 700.000 personas fuera del radar de las instituciones, sin pagar impuestos ni contribuciones a la Seguridad Social ¿Por qué no facilitar la incorporación de esas personas? ¿Por qué no abrir un poco más la puerta para que no se vean obligadas a llegar de forma irregular?”, pregunta Fanjul.
Han calculado que por cada trabajador o trabajadora regularizada, el fisco español se embolsaría 3.500 euros por persona y año “es un negocio extraordinario ¿por qué no les regularizamos? Esa gente no se va a ir y tampoco los vamos a deportar como está haciendo Trump”, subraya el director de investigaciones de la Fundación Por Causa.
-La migración circular: son migraciones temporales y se pueden repetir en el tiempo: “esto es también un incentivo para que si cumples con las normas puedes volver”, afirma Fanjul. Son proyectos que también son fundamentales para el impulso económico de los países de origen, ya que estos trabajadores regresan con la formación y la experiencia adquiridas en el país de acogida.
Hace falta un cambio de mentalidad y una mejor estrategia
Un buen modelo migratorio debe combinar diferentes fórmulas puesto que en España faltan profesionales de baja, media y alta formación: “creo que el gobierno lentamente empieza a aplicar y a poner en marcha estas medidas pero facilitar la llegada de trabajadores, atender la demanda de las empresas e introducir racionalidad en el mercado del trabajo es también un programa que me parece que el PP puede firmar perfectamente si no se deja llevar por la deriva de VOX”, asegura Fanjul.
El cambio de las políticas migratorias, añade, requiere previamente de un cambio de mentalidad y aplicar el sentido común: “no sirve de nada decirle a la gente que la migración es una amenaza existencial y que hay que tenerles mucho miedo y, al mismo tiempo y bajo cuerda como hace por ejemplo el gobierno de Giorgia Meloni en Italia tratar de atraer al millón de trabajadores que necesita su economía el próximo año para poder mantener el ritmo de actualidad”.
Miyar considera que las políticas también deben ser estratégicas para nuestros intereses: “deberíamos tener en cuenta también hacia donde queremos ir con nuestro modelo productivo, si queremos seguir en un modelo que crece a través de ocupaciones de baja cualificación o cambiarlo para favorecer una mayor productividad”.