El profesor del instituto onubense en el que trabajaba Laura no entiende por qué hay politicos que quieren derogar la prisión permanente revisable. De hecho, tilda de "infantiles" los razonamientos que esgrimen.

José Manuel Domínguez ha "dejado pasar unos días" para poder describir, con toda la calma de la que es capaz, la sensación que le recorre el cuerpo después de saber que "un criminal" acabó con la vida de Laura Luelmo, su compañera de trabajo. 

Esta es la carta que Domínguez envía al periódico ABC: 

"He dejado pasar unos días antes de escribir estas líneas. Necesitaba reflexionar y digerir el golpe que hemos recibido. Yo fui compañero de Laura Luelmo en el instituto Vázquez Díaz de Nerva (Huelva). Es verdad que por poco tiempo, desgraciadamente, hasta que un monstruo con forma humana segó una vida en flor, que casi la estaba comenzando. Laura, por lo que pude apreciar, era una chica amable, alegre, muy ilusionada con su nuevo trabajo, y, sobre todo, con muchas ganas de vivir. Hasta que este criminal se cruzó con ella.

Pues bien, todavía a algunos de los políticos que sufrimos les parece demasiada condena la prisión permanente revisable para este tipo de delitos. Piensan más en los delincuentes que en las víctimas y sus familias. Como con esta condena no se evitan muertes como la de Laura (es su razonamiento, tan infantil), supriman, por la misma regla de tres, todo el sistema de salud, que es tan costoso por otra parte, ya que de todas formas la gente se sigue muriendo. Y que le paguemos los sueldazos que ganan.

Un recuerdo afectuoso para los padres y hermanos de Laura. Siempre estarán en mi pensamiento y oraciones. Nunca olvidaremos a Laura en este rincón de la provincia onubense".