Los españoles, especialmente tras el impacto de la pandemia, somos cada vez más conscientes de la importancia y los beneficios de mantener una alimentación equilibrada y saludable. Sin embargo, eso no tiene por qué llevar aparejado el consumo de suplementos nutricionales si no nos lo recomienda nuestro médico.

De hecho, diversos estudios científicos demuestran que el 62% de españoles toma complementos alimenticios con la intención de fortalecer el sistema inmune frente a enfermedades como la COVID-19, pese a la falta de evidencia científica de que beneficien a nuestra salud.

Vitaminas, calcio y omega 3, además de todo tipo de minerales, ácidos grasos y probióticos, son algunos de esos suplementos que más consumen los españoles como se demuestra en el estudio publicado por la Fundación Mapfre y en el que se confirma que España está entre los países que más complementos alimenticios consume.

Algo que lamenta en COPE la Dra. Irene Bretón, presidenta de la Fundación de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y endocrinóloga de la Unidad de Nutrición del hospital Gregorio Marañón porque “en primer lugar, crean una sensación de falsa seguridad: uno ya toma el complemento, con lo cual le da menos importancia a la dieta. Sin embargo, la dieta es fundamental y debe aportar los nutrientes que necesitamos y, si lo hacemos bien, es posible mejor nuestra salud”.

La mayoría de los estudios nutricionistas elaborados en España demuestran que el consumo de vitaminas y minerales es más frecuente entre mujeres. Por otro lado, los hombres utilizan más batidos, barritas y geles para mejorar el rendimiento deportivo. A esto hay que añadir que ambos sexos utilizan estos productos con el principal objetivo de mejorar su estado general de salud.

Además, los encuestados consideran que los más eficaces son los productos de uso médico, incluidos los que permiten perder peso.

ANTIOXIDANTES O PROOXIDANTES

La mayoría de los suplementos que consumimos para suplir las carencias en nuestra dieta alimenticia suman un gasto medio anual de 114 euros al años y son a base de vitaminas, minerales, ácidos grasos o probióticos, pero también productos botánicos y algas, según el informe elaborado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Un consumo que la Dra. Bretón explica en COPE que “aunque las dosis que aportan no suelen ser excesivas, algunos sí que tienen dosis importantes que pueden ser tóxicas para el organismo. Hay que tener en cuenta que algunos nutrientes pueden tener diferentes efectos dependiendo de la dosis. Un ejemplo lo tenemos con algunos complementos que a una dosis pueden ser antioxidantes y a otra se convierten en prooxidantes. Además, hay personas que tienen una mayor susceptibilidad para que estos elementos sean perjudiciales para ellos”.

La endocrina y nutricionista insiste en este aspecto porque el consumo de antioxidantes está de moda para frenar el envejecimiento. Sin embargo, la experiencia científica demuestra que una automedicación que no tenga en cuenta el estado de salud del usuario, el tipo del antioxidante utilizado y una dosis adecuada puede ser peligrosa para la salud general.

Los procesos oxidativos son vitales para las células, y sólo su exceso causa el estrés oxidativo y daños celulares. Sin embargo, el uso no controlado de antioxidantes lleva a un extremo opuesto: el estrés reductivo, no menos dañino que el oxidativo, como demuestra el estudio del equipo de la clínica MARGen de Granada, liderado por el doctor Jan Tesarik y la doctora Raquel Mendoza Tesarik.

NO SIN TU MÉDICO

En el mercado farmacéutico, de parafarmacia o a través de compras on-line existe una amplia gama de productos relacionados con la nutrición cuya eficacia y seguridad no ha sido probada.

Es algo que se demuestra en el informe de OCU, que advierte de que el 26% de los encuestados toma suplementos sin la prescripción ni la supervisión de un médico, un farmacéutico o un nutricionista que valore los posibles efectos adversos y contraindicaciones.

Por este motivo, la presidenta de la Fundación de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición nos recuerda en COPE que “si alguien tiene algún problema o se encuentra cansado, está perdiendo peso o le falta vitalidad la solución no es tomar un complemento alimenticio sino consultar a su médico. Es posible que estemos retrasando el diagnóstico de alguna enfermedad relevante que pueda tener un tratamiento eficaz cogido a tiempo”.

Para corregir esta situación y tomar conciencia de la necesidad de consultar estos trastornos con un especialista, los expertos consultados por COPE recomiendan incorporar la figura del dietista-nutricionista en la atención primaria de salud. Además, consideran que la información que recibe el consumidor de este tipo de productos que complementan la dieta debe ser clara y transparente tanto en los envases en los que se comercializa como en su publicidad.

ANALGESICOS, ANTIBIÓTICOS Y ANTIDEPRESIVOS

Si el consumo de complementos alimenticios puede llegar a perjudicar nuestra salud cuando los tomamos sin la orientación de un profesional, la automedicación es un riesgo que muchos desconocen o ignoran y de la que los expertos dan la voz de alarma en COPE.

El IV Estudio de Salud y Estilo de Vida Aegon demuestra que la automedicación ha repuntado en el último años 1,3 puntos porcentuales, llegan niveles en los que casi uno de cada cuatro españoles toma esos fármacos sin prescripción médica.

Lo que no ha variado es el tipo de medicamentos más consumidos sin prescripción: son de tipo antiinflamatorios/analgésicos (76,9%), seguido de antibióticos (12,9%) y ansiolíticos y/o antidepresivos (11,1%).