La mediación familiar puede ser el mejor recurso para evitar el enfrentamiento de las parejas tras las separaciones o divorcios. Un enfrentamiento que normalmente suele ser difícil y crudo y que afecta sobre todo a los hijos. La mediación familiar es una gran desconocida a pesar de que reduce la conflictividad y los daños emocionales. Algo que permite a los padres poder concentrarse en lo realmente importante: sus responsabilidades parentales.

La consulta a un mediador familiar es completamente gratuita, y se puede solicitar o bien antes de empezar el proceso judicial, o una vez iniciado al ver que no se ponen de acuerdo las dos partes. La Unión de Asociaciones Familiares ha atendido a más de 3000 parejas en estos veintiocho años de trabajo constante. Begoña González es una de sus expertas mediadoras: “Hay algo que está en común que es el bienestar de sus hijos, tratamos de informar que la mediación reduce la conflictividad y reduce los daños emocionales en los progenitores y en las hijos”. A veces padre y madre fuerzan tanto el desencuentro que el daño puede ser tremendo y dejar huella a lo largo de los años. 

Muchos proceso de separación se enquistan porque los padres no se ponen de acuerdo en cosas que afectan a la manutención, a la custodia de los hijos, a un montón de aspectos que siempre tienen como centro del conflicto a los menores. Para conocer esta figura la Unión de Asociaciones Familiares ha puesto en marcha una campaña “Es más grande lo que nos une que lo que os separa”. Con ello quieren destacar su enfoque conciliador y positivo de la mediación familiar.

La figura del mediador es la de un experto capaz de gestionar este tipo de conflictos, son profesionales que vienen de diferentes disciplinas como el derecho, la psicología o los servicios sociales. Hoy se celebra el Día europeo de la Mediación. 

El gobierno prepara su anteproyecto de Ley para convertir la figura del mediador como complementaria en la Administración de Justicia para la resolución extrajudicial de conflictos en ámbitos civiles y mercantiles de una forma más ágil y con menos coste económico para las partes en litigio. En cuanto entre en vigor esta ley será obligatoria una primera consulta. Después tienen que haber interés por resolverlo extrajudicialmente.