Manual de buenas prácticas con tu perro: así debes cuidar a tu mascota
La guardería canina "La casita Azul", referente en Extremadura en el cuidado para animales, nos abre sus puertas y nos da las pistas necesarias para que nuestro perro sea feliz

Manual de buenas prácticas con tu perro: así debes cuidar a tu mascota
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los datos son escalofriantes: hasta 286.000 perros y gatos fueron abandonados en España durante 2020. El maltrato al que muchas mascotas son sometidos y su muy habitual posterior abandono han encendido las alarmas de las protectoras de animales, que han recibido con cierta alegría la promesa del Gobierno de desarrollar una ley de protección animal que obligará, entre otros aspectos, a pasar un curso previo para poder disponer de una mascota o a no dejar más de 24 horas a un perro sin la supervisión de un ser humano.
Durante la época de vacaciones es cuando más casos de abandono de animales hay en España. Los perros, especialmente, comienzan a ser molestos para planificar viajes. La crisis económica derivada de la pandemia también ha puesto en jaque a algunas familias, que han intentado soliviantar sus problemas 'sacrificando' al 'peque' de la casa.
Las alternativas al abandono de animales son muchas. Y algunas de ellas pueden suponer no sólo un descanso para tu mascota sino también un lugar apacible y divertido donde pasar los días alejado de su familia. Es el caso de "La Casita Azul", que se define como una "guardería canina de lujo y sin jaulas". Es un punto de referencia en el cuidado animal en Extremadura y se jacta de tener para los perros un "lujoso jardín protegido y seguro, rodeado de césped fresquito, libre de parásitos y siempre fresco, árboles frutales y juguetes por todos lados e, incluso, piscina de verano".
Lo primero que llama la atención es la forma en que la guardería subraya que los perros disfrutan de en sus instalaciones en libertad, sin jaulas. "El perro es un ser sociable por naturaleza. Ningún animal debe estar encerrado. Será que he sido voluntaria en perreras y he visto el sufrimiento de esos animales en cheniles, deseando salir… Yo no puedo contemplar ese tipo de residencias como algo bueno", señala Cecilia, encargada de "La Casita Azul".
Para ella, un perro es feliz cuando está "equilibrado biológica, física y psicológicamente". "Yo soy de las personas que están totalmente de acuerdo con la pirámide de Maslow, que representa y guía a todos los propietarios de perros en las necesidades que necesita. Desde las biológicas hasta las cognitivas, pasando por las emocionales, sociales y educativas. Cumplirlas todas es la clave para que un perro sea feliz", explica.
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Pero en líneas generales, ¿cuidamos bien de nuestros perros en casa? Cecilia cree que sí, aunque a veces se estigmatiza a aquellos que a ojos de otros se 'exceden' en el mimo. "A esta persona se le mira como si fuese un bicho raro por el hecho de preocuparse de más cosas, y de informarse de otras destinadas a su bienestar, y ese estigma es precisamente el que hace que las personas se corten más. Eso, y que los cuidados de un perro no son baratos", explica. Los perros suelen tener cubiertas sus necesidades biológicas y físicas, pero muchas veces nos olvidamos de las psicológicas. "La tendencia de humanizar al perro, el olvidar que es un ser que necesita salir largos periodos de tiempo para disfrutar, el que socialice con otros de su especie y tenga comportamientos propios del perro, el ignorar sus traumas y no tratarlos, el dejarle vivir con miedo…Siempre hay tendencia a quitarlo, o dejarlo pasar", señala.
Cecilia ve bien esa nueva ley de protección animal que pretende impulsar el Gobierno - "Hay muchísimas personas que necesitan un curso para saber qué es un perro y cómo se cuidan y qué necesitan", dice - y también que exista una lista de razas de perro 'peligrosas', pero con sus matices. "Es un hecho que hay perros que son peligrosos. Pero muchas veces esto es culpa de una educación pobre y deficiente hacia el animal. Lo que no podemos hacer nunca es pasar por alto que cualquier raza que no esté educado de forma correcta constituye un peligro para alguien, sea otro animal o persona. Hay que formar y reeducar a los propietarios de esos animales, si es que han fallado proporcionándole una educación, y después, reeducar a ese perro para introducirlo de nuevo sin la etiqueta de PPP", explica. Y añade: "Siempre recordaré la anécdota de un chihuahua que me dejaron en la 'guarde' para unos días y en una sesión de SPA me mordió en el brazo tan fuerte que me arrancó un trocito de carne y tuvieron que darme puntos. Con esto mi argumento coge fuerza", dice con una sonrisa.
A la hora de educar a un perro, Cecilia aboga por la sencillez. "Lo principal es que obedezcan a las órdenes importantes, como: 'quieto', 'ven aquí' y 'no'. Esas órdenes son las que realmente importa que te entiendan y las lleven a cabo en cualquier momento, porque son órdenes que, incluso, alguna vez, podrían salvar su vida. El resto, como dar las patitas, el sentarse o tumbarse, y todos los demás, son trucos muy simpáticos que por supuesto ayudan a educarlo y sobre todo, estimular su mente, pero no son relevantes. Y por supuesto, siempre premiar la obediencia. Lo que sobran son gritos, voces, regaños o métodos tortuosos como collares eléctricos ni demás. Lo único que se necesita es paciencia, premios y vínculos de cariño", concluye.