Burundanga: la droga empleada por los ladrones para hipnotizar a sus víctimas

El rey del burundanga ha vuelto a ser detenido. Y ya van quince veces. La Policía Nacional procedió a su detención cuando se encontraba en las inmediaciones de su domicilio en la capital de España. Ambos juzgados atribuyen a este hombre de origen marroquí la comisión de delitos contra la libertad sexual, robos con violencia, robos con fuerza, hurtos y estafas contra una decena de personas.

El detenido seguía siempre el mismo 'modus operandi'. Se desplazaba a discotecas y 'after hours' de diferentes distritos de Madrid, donde cazaba a su víctima, independientemente de su género. Ligaba con ellos, les acompañaba a sus respectivos domicilios y, en un descuido, les hacía ingerir escopolamina, el principio activo de la burundanga. Luego, cuando sus víctimas estaban dormidas, les robaba todo lo que podía. De este modo, se ha hecho con dispositivos electrónicos, dinero en efectivo, joyas y cualquier otro objeto de valor que el estafado tuviera en casa y pudiera ser localizado por el visitante.

Burundanga, la droga de la sumisión

La burundanga es una sustancia altamente tóxica que proviene de determinadas plantas que se pueden encontrar en España y Latinoamérica. En la antigüedad, se empleaban para fines rituales, pero actualmente  su uso tiene una finalidad más peligrosa y sobre todo inmoral, como son los robos y las violaciones. En el año 2015, de las 1.227 violaciones que se produjeron, se estima que en el 30% de los casos la víctima estaba drogada, principalmente por la burundanga.

Los que la consumen quedan en un estado de extrema relajación. En pequeñas dosis, puede llegar a prevenir determinadas enfermedades y tratar ciertos mareos. La burundanga puede ser suministrada a través de la comida y la bebida. De ahí proviene uno de sus peligros, ya que en caso de consumirse con bebidas alcohólicas, sus efectos aumentan. De hecho, son casi inmediatos.

Para potenciar su acción por vía oral, suelen mezclarse con valium, diazepán, roynold o benzodiacepina, que en altas dosis produce la muerte. Entre los síntomas que provoca destaca la visión borrosa, inconsciencia, taquicardia, sequedad en la saliva, amnesia e incluso fiebre. Pese a estos síntomas, la víctima aparentemente no está drogada, por lo que es complicado percibirlo. Un hecho que provoca que la víctima esté hipnotizada, en manos de su agresor. El cerebro solo responde a las órdenes de otro individuo. Lo más preocupante es que, al provocar amnesia, la víctima no recuerda casi nada de lo que ocurrió mientras estaba drogada.

La dificultad para reconocer los síntomas hace que la policía tenga difícil ganarle la batalla a esta sustancia. En la sangre, la burundanga desaparece en menos de seis horas, mientras que en la orina ese periodo asciende a doce. Por otro lado, la pérdida de memoria que provoca su consumo, hace que apenas existan denuncias presentadas como consecuencia de las agresiones sexuales bajo sus efectos. Se estima que las denuncias totales por agresiones de esta índole no superan el 10%.

Además, si la víctima no acude a su centro de salud de urgencia, no se podrá probar que han sido drogadas. Por este motivo, el Instituto de Toxicología insta a que se presente la denuncia de forma inmediata, ya que la tardanza en formularla impide una adecuada recogida e identificación de las muestras.

Detenciones relacionadas con la burundanga

Además de haber sido detenido en infinidad de ocasiones el rey de la burundanga, en los últimos meses se han producido otras  relacionadas con el uso de esta sustancia. Una de las que más eco tuvo se produjo en León. Fue la de Natalia Torices González, de 25 años, que tras su mirada angelical, se encontraba una estafadora sin escrúpulos. Hasta el momento, hay reconocidas siete víctimas de Torices que fueron envenenadas con burundanga para posteriormente robarlas. Lejos de pedir perdón, la ladrona responsabiliza de sus acciones a un empresario que, según su versión, le extorsionó tras realizar una serie de préstamos para hacer frente a su supuesta adición al póker que le habría llegado a la ruina.

También en León, la Guardia Civil detuvo a una persona como supuesta autora de varios casos de envenenamiento por escopolamina. La detención tuvo lugar tras la alarma creada en León ante varios robos, al parecer perpetrados mediante este 'modus operandi'.

Por otro lado, ya en Galicia, dos rumanos fueron detenidos como presuntos autores de un delito de agresión sexual a una joven de 25 años en Lugo. Una joven acudió  al Hospital Universitario Lucus Augusti con síntomas coincidentes con haber tomado alguna sustancia similar a la escopolamina. La joven asegura que se despertó completamente desnuda en la habitación de una pensión a la que no sabe cómo pudo haber llegado. No recordaba nada de lo que le había ocurrido en algunas de las horas de su salida nocturna. La mujer comprobó también que le habían robado el teléfono móvil y el dinero que llevaba en el monedero.