La solución no es sencilla, reconocen los inspectores de Hacienda y expertos económicos consultados por COPE, que se han mostrado a favor de bajar los impuestos que soportan las gasolinas, aunque eso suponga una menor recaudación para el Estado. Además, aceptan que se desacople el precio del gas de la factura eléctrica, siempre que consigamos que se cubra toda la demanda eléctrica y no se produzcan apagones.

El Gobierno, no obstante, prefiere apostar por ayudas directas y ha vuelto a excluir «rebajas fiscales» para aliviar la factura energética (luz, gas y gasolina) de familias y empresas. El ejemplo más claro lo tenemos en el anuncio de medidas para limitar la subida del precio de los carburantes que acaba de hacer la ministra de Transportes, Raquel Sánchez. Se suma a la oferta de una bonificación a los transportistas que la mayoría ya han rechazado porque no incluía la ansiada bajada de IVA o del impuesto sobre hidrocarburos.

Esta última cuestión es una de las medidas fiscales por las que apuesta Francisco de la Torre, economista e inspector de Hacienda, que ha explicado en COPE que “se puede hacer, si, tiene un coste recaudatorio, también. Probablemente se tendrá que hacer para frenar la inflación galopante y, sobre todo, para evitar que determinadas actividades estén dejando de ser rentables”, en clara alusión a los transportista, pescadores o agricultores.

BAJADA DE IMPUESTOS

En España, el Gobierno ha ofrecido 500 millones de euros para atajar los precios disparados de la gasolina que supondrían una ayuda de 4 céntimos por litro para los camioneros españoles. En Europa, las ayudas están llegando en forma de bonos (como el de 20 euros que entregan en Portugal); rebajas de precios (como los 12 céntimos que aplica Suecia o los 15 céntimos que descontarán en Francia) o la reducción de impuestos al combustible (en Italia y Alemania).

Es pronto para saber la efectividad que van a tener las medidas que se han puesto en marcha en Europa, como aclara en COPE de la profesora de Economía de la Universidad de Comillas ICADE, Yolanda Fernández Jurado. Sin embargo, cree “si no queremos que se cree un efecto multiplicador entre sectores y problemas de abastecimiento, sí que habrá que bajar IVA, dar subvenciones y establecer ayudas específicas a determinados sectores productivos como el transporte, pescadores, industrias en las que las fuentes energéticas son fundamental o el sector agrario en general. O lo solucionamos, o van a tener que cerrar.”

LA CULPA ES DEL GAS

La urgencia por adoptar medidas está justificada por una factura del petróleo que se ha incrementado en un 60% en los últimos doce meses y la del gas lo ha hecho en un 85%, según la última estimación de Standard&Poor’s. Además, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) acaba de publicar que la crisis energética ha supuesto 229 euros más al año para los 10 millones de hogares con tarifa regulada de la electricidad.

El presidente Pedro Sánchez lo apuesta todo a un acuerdo en la cumbre europea de esta semana que evite tener que adoptar el 29 de marzo las prometidas medidas paliativas en España que frenen la imparable subida de precios de la energía. Sin embargo, su propuesta de intervenir el mercado y desacoplar el precio del gas de la factura eléctrica cuenta con la oposición de Alemania y Holanda porque buena parte de su producción procede del gas natural y no supondría un alivio importante esta desvinculación. Sin embargo, sugiere Francisco de la Torre, “alguna medida de este tipo habrá que tomar, siempre que consigamos que se cubra toda la demanda eléctrica y no se produzcan apagones”.

Al respecto, la profesora de Economía Yolanda Fernández Jurado explica en COPE que “es fundamental que se desligue el precio del gas del resto de las fuentes energéticas porque ahora mismo se está pagando muchísimo más cara la luz de lo que cuesta. Otra forma de beneficiar a los consumidores finales de hidrocarburos sería reducir impuestos, pero podríamos quedarnos sin fondos para todas las subvenciones que se van a pedir. Por eso, las dos cosas a la vez son difíciles si no queremos que se dispare el desequilibrio presupuestario del Gobierno”.

Algo con lo que se muestra de acuerdo el inspector de Hacienda Francisco de la Torre que aclara en COPE que “una central de ciclo combinado que produce energía eléctrica a partir de gas ha visto incrementado sus costes y, si no se le reconoce en el precio de fijación no ofertará esa energía eléctrica a partir del gas. Sin embargo, el resto de energías ven subir el beneficio sin que se hayan incrementado sus costes. En esta situación de precio disparado en el mercado del gas, si el resto de ofertantes de energía recibiesen un precio inferior al del gas podríamos reducir una parte del precio de la factura.”

INFLACIÓN DISPARADA

Son muchos los expertos que nos recuerdan que los consumidores somo parte importante en el comportamiento del mercado de la energía.

“Otra medida está en mano de los ciudadanos porque los precios energéticos suben o bajan en función de la demanda, añade en COPE la economista Yolanda Fernández Jurado, y es fundamental que empecemos a tener conciencia de que somos energético dependientes y que deberíamos reducir al máximo el consumo”.

Además, Fernando de la Torre recuerda en COPE que “salvo para el gas, que ha incrementado su precio, buena parte del sector eléctrico está obteniendo mayores beneficios durante esta crisis energética. Esta circunstancia de precios elevados debe llevar a que se incremente la oferta en el mercado eléctrico a largo plazo y acaben disminuyendo los costes. En circunstancias normales no se debería actuar, pero el precio del gas fuera de todos los parámetros previsibles es evidentemente que el sector energético debería intentar hacer un esfuerzo para que los costes de producción de todos los sectores no se vean afectados y la inflación se dispare”.