PERSONAS DESAPARECIDAS
Asociaciones de España y Latinoamérica se alían para buscar a personas desaparecidas
Ocho asociaciones de personas desaparecidas de España y países latinoamericanos como México o Argentina han unido fuerzas para agilizar los procesos de búsqueda y difusión de alertas, además de poner en común tecnologías como el reconocimiento facial o la geolocalización.
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Ocho asociaciones de personas desaparecidas de España y países latinoamericanos como México o Argentina han unido fuerzas para agilizar los procesos de búsqueda y difusión de alertas, además de poner en común tecnologías como el reconocimiento facial o la geolocalización.
La Red Internacional de Asociaciones de Personas Desaparecidas (RIAPD) es la primera de estas características, según afirman sus promotores, y nace de la solidaridad y "lºa esperanza de poder trabajar conjuntamente y marcar un precedente".
"La idea surgió desde nuestra entidad, SOS Desaparecidos, hace más de medio año", cuenta a EFE Joaquín Amills, el presidente de esta asociación española que coordinará la RIAPD durante los dos primeros años.
Aunque la red internacional cuenta con "con presupuesto cero" y carece de "apoyo institucional en ninguno de los países", el presidente recuerda que "la mejor moneda que existe en nuestra sociedad es la solidaridad".
El resto de asociaciones que componen RIAPD son Missing Children Argentina, Associação de Apoio e Busca por Desaparecidos do Brasil, Fundación Desaparecidos Chile, Fundación Desaparecidos Colombia Huellas de Cristal, Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador, Unión Regional de Búsqueda del Bajío de México y Capital Humano y Social Alternativo de Perú.
Además, todavía están a la espera de que se unan entidades de Uruguay, Paraguay, Venezuela, Portugal, Italia, Grecia y Polonia.
DIFUSIÓN DE DENUNCIAS POR DESPARICIÓN
"Nos encontramos que muchas veces los familiares que están en otros países tienen muchísima dificultad para poder difundir sus denuncias en España, y viceversa", explica Amills.
Ahí es donde entra en juego la RIPAD, con el fin de "no depender tanto de la burocracia". Una vez la denuncia está puesta en el país de origen, se envía a la asociación del país pertinente donde la familia sospecha que puede encontrarse esa persona y empieza la difusión.
"Desde España no podemos dar credibilidad a una denuncia puesta, por ejemplo, en Colombia; entonces es la asociación de ese país quien sí puede garantizar que esta denuncia es cierta y hacer las gestiones pertinentes", apunta el presidente de SOS Desparecidos, que recuerda que es calve que exista una denuncia y que esté bien documentada. No vale con una llamada o un correo electrónico.
TECNOLOGÍA DE RECONOCIMIENTO FACIAL
Uno de los primeros proyectos internacionales de la RIAPD es el uso del reconocimiento facial, que ya está implementado en España desde marzo por SOS Desaparecidos.
Se trata de una iniciativa que requiere de la colaboración ciudadana y que funcionará mejor cuantas más personas es sumen al proyecto.
Cualquier persona interesada puede a unirse a través de la web de SOS Desaparecidos al "Álbum de Desaparecidos" en Google Drive. Una vez la persona accede, gracias al reconocimiento facial se buscan en la galería de fotos del teléfono de cada usuario rostros similares o coincidentes con personas desaparecidas.
En caso de que se encuentre una coincidencia, el dueño del teléfono recibe una notificación para que pueda enviar la fotografía a la asociación correspondiente, cuyos miembros la remitirán a las fuerzas de seguridad.
Por otro lado, tienen entre manos otros planes como la creación de una base conjunta de casos de desapariciones y la importación de dispositivos geolocalizadores, como relojes, destinado sobre todo a las personas con problemas cognitivos, para facilitar su búsqueda en el caso de que se pierdan o se desorienten.
TRABAJO CODO CON CODO CON LAS AUTORIDADES POLICIALES
"Nosotros somos una herramienta en favor del trabajo que hacen los cuerpos de seguridad del Estado", cuenta Amills y asegura que la idea es colaborar con la policía de cada país donde esté presente la RIAPD.
Sin embargo, pide un "mayor compromiso institucional" en todos los países, con mejores protocolos, y que se reconozca la labor que realizan las asociaciones. Son entidades sin ánimo de lucro y muchas veces, se lamenta, se sienten desplazadas y ven cómo les ponen "palos en las ruedas".
"No pretendemos que nos den 'medallitas', ni mucho menos, pero sí al menos una atención al trabajo que hacemos, que es voluntario y nos cuesta dinero de nuestro bolsillo", afirma Amills.