En España ya se producen dos millones diarios de mascarillas cuando en marzo apenas se fabricaban 100.000 al mes. Higiénicas, quirurgicas, de tela... pero todas con las garantías del Ministerio de Sanidad. Salen de fábricas que antes no existían y que se han creado ante la perentoria demanda y la terrible escasez sufrida en las primeras semanas de pandemia, o por la transformación de algunas factorías que supieron reinventarse antes de verse obligados a cerrar por la crisis.

MASCARILLAS ACTIVAS

Hay mascarillas higiénicas que filtran un 90%, quirúrgicas que llegan al 95% o las FFP2 que alcanzan el 98%, pero también existen las llamadas “mascarillas activas”, que además del nivel de filtrado incorporan un producto químico que destruye el virus.

De una fábrica de Coín (Málaga) salen 300.000 mascarillas diarias de este tipo. Son desechables, filtran al 99% y usan un antiviral, “una masa reactiva de dióxido de titanio y cloruro de plata ataca la membrana del virus y acaba con ellos, no solo con el Covid-19”. Lo explica a COPE Pedro Herranz, uno de los tres socios de MasFabEs. Junto a dos amigos que tenian un afabrica de cocinas en Coín, Marcos Montero y Manuel Torres creó esta empresa en marzo “viendo la escasez de abastecimiento ”.

Compraron maquinaria en España, de una firma sevillana, adquirieron una sala blanca para aumentar la seguridad higiénica y buscaron proveedores. "Queríamos una protección adicional y contactamos con una empresa suiza que tiene la patente de un antiviral, buscábamos que proporcionara una protección activa contra el virus directamente”, ha dicho. Es el Viroblock, producto antiviral del que ya son distribuidores.

UNÁ FABRICA DE TELAS

Reinventarse o cerrar. Es lo que pensó Victor Melul, propietario de Hispanotex, la fábrica de textiles que su familia fundó hace 60 años. “De un dia para otro no habia pedidos, se pararon las máquinas, todo el personal parado y pensamos. Si desde 1956 hemos estado fabricando tejidos, tenemos todo lo necesario... ¿por qué no hacer mascarillas?", ha contado.

“Uno de nuestros proveedores es lider mundial en química textil y con ellos investigamos, probamos...”, ha dicho. Sus telas y mascarillas son higiénicas reutilizables con una protección superior al 90%. “Se trata de un polímero que se aplica al tejido y destruye el virus por contacto, destruye su membrana”, cuenta.

La fábrica está al máximo de producción, de sus talleres han salido 12 millones de mascarillas, su departamento tecnico y de producción ha crecido un 5% y da trabajo a más de 300 personas.