Era 25 de julio de mediados de los años 40. Seis vehículos circulaban, uno tras otro, por la carretera que une Santiago de Compostela y A Coruña, en el municipio de Ordes y perteneciente a la comarca de Órdenes, la N-550.

Los seis vehículos circulaban a velocidad de crucero hasta que se vieron sorprendidos por el sonido de una bengala. La comitiva no se detuvo. O al menos no hasta que dos explosivos estallaron. Uno por delante de la fila de vehículos y otro por detrás.

En aquel momento se detuvo la marcha. Y así, retenidos por las explosiones y parados, fue cuando siete guerrilleros apostados entre los kilómetros 23 y 24 de la carretera gallega acribillarían a tiros, muy especialmente, al tercer vehículo, desde ambos lados de la carretera. En él viajaba Francisco Franco e iba de vuelta al Pazo de Meirás, uno de los principales baluartes de la dictadura. Franco venía de la misa celebrada en la catedral de Santiago.

Una operación perfectamente pactada, organizada y ensayada que, finalmente, fue abortada. Es la ‘Operación Termópilas’ organizada por el Partido Comunista para matar a Francisco Franco. Una operación que se frustró en el último momento.

No muchas personas conocen este episodio de la resistencia comunista en Galicia. Ni siquiera los más expertos tenían constancia de ese capítulo en la historia de la dictadura. Ha sido el autor Suso de Toro quien se encontró con con la historia mientras preparaba su última obra, Un Señor Elegante.

Diecisiete intentos de acabar con la vida de Francisco Franco

Francisco Franco murió el 20 de noviembre de 1975 a causa de un choque séptico, en su cama. Sin embargo fueron muchos los que intentaron asesinarlo incluso antes del golpe de Estado. Si bien para muchos no fue más que una idea fugaz o una remota posibilidad, otros se pusieron manos a la obra. Elaboraron planes detallados y preparados para intentar acabar con la vida de Franco con la idea de que, de quitarle la vida, podría acabar su dictadura.

Nada más lejos de la realidad, pues la muerte nunca le llegó a rozar hasta el punto de poner en peligro su vida.

Anarquistas, falangistas e incluso algunos monárquicos pusieron sobre la mesa planes para asesinar a Franco. Unos con el objetivo de acabar con la dictadura, otros -en el caso de los monárquicos- como única alternativa para la vuelta del rey. Los intentos de asesinato se sucedieron hasta el año 1970. Ninguno de ellos tuvo éxito.

Incluso antes del golpe de Estado ya hubo quienes quisieron ejecutar a Franco que, por aquel entonces, era comandante militar en las Islas Canarias, ya que parecía la opción más razonable para detener el golpe de Estado que la derecha estaba preparando.

De ser cierto, la ‘Operación Termópilas’ podría ser el décimo octavo intento por asesinar a Francisco Franco. Como en todos los anteriores, los guerrilleros comunistas gallegos ni siquiera estuvieron cerca de conseguirla. De momento no se conocen los motivos por los que fracasó el plan, pero sí se sabe que la operación fue frustrada en el último momento.