Hay muchos tipos de mascotas y animales que conviven con los humanos desde tiempos inmemoriales. Pero hay dos, en concreto, que destacan por su tiempo e historia común con el ser humano, y su forma de ser: el perro y el gato. Pero hoy no vamos a hablar del mejor amigo del hombre, sino de los gatos, esos animales que llegaron a ser considerados divinidades en el antiguo Egipto.

Y es que, curiosamente, los gatos son actualmente el animal más popular entre los humanos. En los últimos años, ha llegado a conquistar incluso el mundo de los vídeos de internet, gracias al contenido tan gracioso y divertido que generan. Lo cual les ha servido para hacer un lavado de cara a este animal que es detestado por algunos. Llegando a ser su presencia, en algunos hogares, toda una tradición gracias a su actitud.

Y es que por detalles como este, algunos animales se han ganado un hueco en el corazón de algunas personas. Se tratan de compañeros que han creado con su dueño un vínculo sin precedentes que llega a fomentar una verdadera simbiosis entre ambos.

Los gatos cuentan con unas características que son únicas, aunque su carácter ya es todo un referente. Para la mayoría, el que todos los gatos son ariscos es un mito inaceptable. De hecho, los gatos son incluso capaces de convertirse en los reyes de la casa. Entre sus costumbres tenemos los paseos nocturnos hasta su peculiar forma de lavarse. Además, estos hábitos son compartidos por quienes los cuidan, cada vez más.

Por si esto no fuera poco, su actitud siempre ha sido un tema de conversación. Y es por esto que muchos científicos han tratado de acercarse en esta área mediante la investigación. Y es que un estudio llevado a cabo por veterinarios en Estados Unidos parece haber encontrado la razón y algunos puntos en común entre el color del pelaje de los felinos y su forma de ser y comportarse.

El color del pelo es la clave

Tras consultar a varios dueños de gatos, los investigadores pudieron establecer que la mitad de las personas que tienen gatos, consideran que el color es clave en la personalidad de los gatos. Basándose en esto, los gatos blancos son más tranquilos e independientes, mientras que los gatos naranjas son más afectuosos o perezosos.

Mientras, un estudio similar en Reino Unido encontró que los dueños de gatos británicos ven a los gatos naranjas como perezosos y amistosos, mientras que los gatos bicolores se caracterizan por ser independientes e intolerantes.

Es por ello que los investigadores creen que es muy complicado relacionar el color con la personalidad. Los estudios americanos señalan que estas percepciones se deben a preconcepciones culturales e históricas. El color negro, por ejemplo, es visto todavía como algo dañino e incluso que puede dar mala suerte.

Pero, el mejor ejemplo lo encontramos en los gatos naranjas, que son vistos de la misma forma que uno de los felinos más famoso de la televisión,Garfield, el cual reúne la mayoría de las características descritas por los dueños de los gatos naranjas.