Investigadores españoles descubren el mecanismo físico de los trastornos mentales provocados por el estrés
El descubrimiento abre camino para tratar y curar otras disfunciones cerebrales

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Investigadores del Instituto de Neurociencias del CSIC y la Universidad Miguel Hernández, identifican un grupo de neuronas implicadas en la regulación de la ansiedad y los trastornos sociales o afectivos.
La investigación con ratones ha mostrado que estas neuronas, ubicadas en la amígdala, desempeñan un papel clave en la aparición de la depresión, la ansiedad, además de cambios en la conducta social. Han dado con la diana para futuros tratamientos médicos de estas enfermedades que son la epidemia de nuestro tiempo.
El equipo liderado por Juan Lerma ha encendido una luz sobre el complicadísimo entramado neuronal que abre la vía para curar las enfermedades relacionadas con el funcionamiento de nuestro cerebro, tanto la ansiedad o la depresión como el retraso.
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Han ido directamente a la amígdala, la región cerebral implicada en la regulación de nuestras emociones, y que se sabía clave en la aparición de alteraciones como ansiedad, depresión o cambio en la conducta social.
Introdujeron un gen en estos ratones que “se encontraba duplicado en casos de autismo y de esquizofrenia y esto nos llevó a hacer este ratón transgénico para tratar de hacer un modelo de estas enfermedades y efectivamente este ratón tenía endogenotipos típicos de autismo y de esquizofrenia como era ansiedad, la depresión, estrés, problemas de comportamiento social”.
NEURONAS ‘PELEADAS’
En estos ratones observaron que “al normalizar la dosis génica en un grupo de neuronas específico de la amígdala que se llama la zona de la amígdala vasolateral, esto normalizaba las situaciones de estrés, las situaciones de depresión y de ansiedad y estudiando esta relación, la relación de estas neuronas con otras funcionalmente, lo
que vimos es que la comunicación neuronal entre estos dos grupos de células que estaba alterada se normaliza al normalizar la dosis del gen y entonces pensamos que esta actividad alterada en la comunicación entre estos dos grupos de células es la responsable de los estados de ansiedad o los estados de depresión o relaciones en general con los estados de estrés”.
Lo más sorprendente es que con el mismo procedimiento, ratones no modificados que presentaban síntomas de ansiedad por razones desconocidas, también se normalizaban, “lo que lleva a plantear es que si pudiéramos actuar específicamente sobre esa sinapsis, sobre la sinapsis que regula en la comunicación entre estas dos poblaciones neuronales, a lo mejor podríamos revertir estados de depresión o estados de ansiedad que son resistentes, pues a fármacos que ya se conocen”.
Han determinado una diana terapéutica para tratar estas dolencias con tratamientos nuevos que pueden ser “con fármacos que haya que desarrollar o se puede hacer con estrategias terapéuticas novedosas como estimulación profunda o incluso si se pudiera diseñar un sistema de psicoterapia que modificara la relación entre estos dos grupos neuronales, también se podría hacer”.
UNA PUERTA ABIERTA A LOCALIZAR EL ORIGEN DE OTRAS DISFUNCIONES CEREBRALES
El neurocientífico Juan Lerma aclara que el hallazgo se refiere a los trastornos mentales relacionados con el estrés, que afecta a 6 de cada 10 españoles, según un estudio internacional realizado por el grupo AXA. El estrés es el precursor más presente en los casos de depresión y ansiedad que afectan a un número ingente de ciudadanos en nuestro país: el precursor de la ansiedad y la depresión.
Reconocer en el cerebro el mecanismo que desencadena estos problemas abre posibilidades inmensas para buscar otros que darían respuesta a diferentes enfermedades. “Hemos descubierto uno de estos circuitos que participa en esos estados de ansiedad. En fin, el sistema nervioso es tremendamente complicado. La desregulación de las relaciones entre los distintos núcleos cerebrales es lo que probablemente causa las enfermedades cerebrales".

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Entonces, explica, "tenemos que saber cuáles son las neuronas que están alteradas, cuál es probablemente el número mínimo de neuronas cuya disfunción provoca una enfermedad y cómo poder atacar la relación entre esas neuronas y con las que se conectan, porque probablemente en esa disfunción es donde surge el problema y donde surge la enfermedad”.
BASE FISICA ABORDABLE Y CURABLE
Componer el puzle, desvelar la relación entre este grupo de neuronas implicadas en los trastornos que provoca el estrés, el mal de nuestro tiempo por eso el investigador considera que "deberíamos analizar cuál es la relación con otros grupos neuronales que están muy cerca para tener una idea del puzzle un poco más completa, pero por lo menos la respuesta está ahí y yo creo que la correlación entre la función alterada debido a, digamos, a la transmisión cinástica, la comunicación de la neural activada y la generación de estas enfermedades está puesta encima de la mesa. Yo creo que es muy buena noticia, ¿no?".
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En ese sentido, agrega que "en ese sentido todavía hay mucha gente que piensa que las enfermedades mentales son enfermedades de Dios, o sea, que son enfermedades que no tienen una base física. Yo creo que esto demuestra que la tienen, la base física, que son estudiables, que son entendibles y que, por tanto, son abordables, modificables y curables”.
Y mientras los científicos investigan, el neurocientífico ha roto una lanza por los psicofármacos, el tratamiento más común para mejorar los trastornos por ansiedad o depresión porque “generalmente la gente que tiene una depresión severa y que deja de tratarse con psicofármacos, su final es un suicidio. O sea que hay que tener cuidado con esto de demonizar los psicofármacos, porque los psicofármacos en muchos casos son salvadores de vida.
Estoy de acuerdo que en muchas ocasiones o en determinadas ocasiones se puede abusar de ellos, pero en general las medicinas salvan vidas”.





