Después de los setenta días que Hugo Chávez pasó en la isla de Cuba y pasados ya diez desde que llegó a Venezuela, nadie sabe la verdad acerca de su salud. Este pasado fin de semana el vicepresidente Maduro informó de una reunión que Chávez presidió el viernes en un Hospital militar de Caracas. Sin embargo, en las últimas horas ha sido el Presidente del Parlamento quien se ha apresurado a recordar que Hugo Chávez no está recuperado.El chavismo se ha ocupado de rodear la salud de Chávez de un halo de misterio que pretende reforzar su carisma. En esta situación el papel de la Oposición venezolana es extremadamente complicado. Fiel al estilo reformista y pacífico de Capriles, la oposición tiene claro que su papel debe moverse exclusivamente en los márgenes de la normalidad institucional. Lo que nadie sabe es hasta cuándo podrá soportar Venezuela esta situación de falsa normalidad.El chavismo ha diseñado un traje constitucional a la medida de un dictador. Y la mayoría de la sociedad venezolana, lejos de pedir que se aclare la situación, se mantiene afecta al Presidente. Sin embargo, algo parece moverse. Las presiones de varios gobiernos latinoamericanos podrían acelerar el fin de esta situación. Las reuniones que la oposición venezolana han mantenido este fin de semana en busca de un candidato único que se enfrente al chavismo hace pensar que, más pronto que tarde, Venezuela está abocada a nuevas elecciones presidenciales. Los próximos días traerán la respuesta.