Una de las grandes polémicas que dejó el encuentro bilateral entre el Gobierno y la Generalitat de Cataluña celebrado el pasado lunes, ha sido el anuncio de que, a partir de octubre, un grupo de trabajo va a estudiar la viabilidad de la transferencia de la Formación Sanitaria Especializada (FSE).

Dentro de la FSE se encuentra el MIR, un elemento vertebrador del Estado, y por eso la noticia ha causado un gran revuelo, indignación y preocupación en el sector sanitario.

¿Por qué el MIR es tan importante?

El MIR es el examen que permite a aquellos que hayan acabado la carrera de medicina acceder a un puesto de Médico Interno Residente (MIR) en un hospital. Además, permite especializarse en una de las numerosas ramas sanitarias: dermatología, cardiología, cirugía, pediatría… A elegir, entre 44 disciplinas.

También se realiza esta prueba para otros ámbitos del sector sanitario, como la enfermería (EIR), Farmacia (FIR) o Psicología (PIR)

Este examen ha demostrado ser un modelo de éxito al consistir en una prueba nacional, que se realiza el mismo día y con las mismas preguntas en todo el país. Se realiza de esta manera para asegurar la igualdad entre todos los graduados en medicina que se presentan.

Y aquí viene el principal problema del posible traspaso de competencias de la formación sanitaria especializada. La equidad dejaría de existir, porque es posible que en Cataluña se realice una prueba distinta al resto de España, por lo que las preguntas, el día que se lleva a cabo y la preparación podrían ser diferentes. Es algo que teme Enrique Cuñat, presidente de la Asociación MIR España

“Seguramente se haría un examen distinto que ofertara las plazas de Cataluña, esas plazas se sacan del resto del MIR, que fuera en catalán y que fuera más difícil que aspiraran médicos de otros países o del resto de España”.

Por lo tanto, serían los catalanes que realicen el MIR los que saldrían beneficiados, ya que ellos tendrían las mismas opciones que los candidatos del resto de España para conseguir plaza en cualquier sitio del país, pero una persona de fuera de Cataluña que quiera ser médico residente en un hospital de esta comunidad lo tendría mucho más difícil. Esto termina por lo tanto con la equidad y el equilibrio que el MIR asegura actualmente.

La situación de los MIR en Cataluña

“A nosotros nos genera desconfianza que Cataluña, que es una de las comunidades autónomas donde peores condiciones laborales tienen los MIR, son donde más horas trabajan y su sueldo está por debajo de la media, gestione esto. Nos da un poco de miedo que esa transferencia pueda repercutir de manera negativa en los MIR. Nos genera desconfianza y sobre todo incertidumbre”, asegura Cuñat.

La sanidad en España está transferida a las comunidades autónomas y el MIR es una de las pocas competencias que siguen bajo el manto del ministerio. Las comunidades autónomas intervienen en la oferta de plazas, proponiéndolas al ministerio, y éste las valida. El sistema, creado hace más de 40 años, es considerado un auténtico éxito, y varias han sido las voces políticas que han creído conveniente exportar este sistema al sector educativo. Desde Rubalcaba, hasta Pablo Casado.

Sin embargo, si la transferencia finalmente se lleva a cabo, esto puede suponer que no sea la selectividad la que se convierta en un MIR, sino todo lo contrario. Los colegios de médicos y residentes temen que se produzca el temido efecto llamada.

“Sería raro que se quedara ahí la cosa. Una vez se abre la puerta a que se transfieran las competencias a las comunidades, pasaría como con el resto de competencias”

En la misma línea que Enrique Cuñat se ha manifestado la portavoz del Partido Popular en el congreso, Cuca Gamarra. En una entrevista radiofónica ha asegurado que el traspaso del MIR a Cataluña abocaría a la creación de 17 modelos cuando "debe ser una competencia exclusiva del Estado", y, además, “llevaría a romper un modelo de formación que ha funcionado y que es un modelo de éxito".