Los Mossos d'Esquadra han detenido a ocho personas que formaban parte de una banda que llegó a sustraer 68 vehículos por encargo en la demarcación de Barcelona, y que eran después enviados fuera de España.

Según han informado  los Mossos, la banda, que estaba liderada por dos hermanos de origen magrebí, se había especializado en robar furgonetas de una determinada marca comercial, dos tipos de turismo de dos marcas y modelos concretos.

La investigación se inició a finales de enero de 2017 cuando la Unidad Central de TráficoIlícito de Vehículos tuvo conocimiento de la recuperación de diferentes turismos en el puerto de Génova (Italia) y en el de Sète (Francia), que habían sido sustraídos en el área de Barcelona.

Las primeras gestiones pusieron a los investigadores sobre la pista de una organización liderada por dos hermanos, uno de los cuales estaba establecido en Barberà del Vallès (Barcelona) y el otro, a caballo de Málaga, Cádiz y el norte de África.

A raíz de las confiscaciones iniciales, la banda empezó a trasladar los vehículos robados a Algeciras para enviarlos después al norte de África.

La organización llevaba a cabo los robos por encargo, y así el hermano asentado en Barberà del Vallès era quien recibía el "pedido", en el que se especificada la marca, el modelo y, en ocasiones, hasta el color del vehículo.

Junto a otros miembros de la organización establecidos en Cataluña, buscaba un vehículo de esas características, que era robado y llevado por un conductor llegado del norte de África para que lo transportara hasta ese continente.

La organización investigada, que actuaba de noche, utilizaba modernos dispositivos electrónicos para acceder al vehículo, ponerlo en marcha y copiar las llaves.

Después, o lo transportaban inmediatamente sin alterar ningún elemento identificador del vehículo mientras el titular desconocía que había sido víctima de un robo, y aún no había interpuesto la denuncia o, a veces, cambiaban las matriculas originales por otras que no constaban en las bases de datos policiales.

Otro procedimiento consistía en trasladar los coches robados hasta una casa situada en Tarragona, donde alteraban los elementos identificadores, como el número de bastidor y las placas de matrícula.

A finales de mayo se llevaron a cabo diversos registros en Barberà del Vallès y Tarragona y se detuvo a ocho de los investigados en Mataró, Sabadell, Barberà del Vallès, Barcelona, Tarragona y Figueres, dos de los cuales ingresaron en prisión, mientras otros dos ya estaban en prisión por los mismos hechos en el momento de las detenciones.

Los investigadores han podido atribuir a la banda 68 hechos delictivos de robos o hurto de vehículos, así como de apropiación indebida. Estos delitos están conexos con otros delitos de falsificación documental de los elementos identificadores del vehículo.