Una visita en doce meses. Ése es el volumen de trabajo que ha tenido Ángela Ballesteros, guía oficial de la Comunidad de Madrid, desde que comenzó la pandemia. No hay turistas y los que empiezan a pensar qué destino elegir, se fijan mucho en los porcentajes de vacunación de cada país.

Nos lo ha contado a Herrera en Cope en Madrid: “Hablando con una agencia de viajes, la responsable me decía que los clientes, de momento, no les están contratando nada pero sí les están preguntando por dónde van los porcentajes de vacunación de diferentes países porque, seguramente, en función de ello, irán eligiendo el destino al que van”.

A la espera de que se decanten nuevamente por España, los guías como Ángela sobreviven económicamente como pueden, tirando de ahorros, y anímicamente muy tocados: “hay personas que lo están sufriendo mucho porque han pasado de estar todo el día fuera, en contacto con la gente, de arriba abajo, a estar en su casa metidos”.

Y, lo que es peor, sin una fecha clara en el horizonte para retomar su trabajo, con lo que eso supone: “como no sabemos cuándo va a terminar esto, la incertidumbre nos mata”, reconoce Ángela.

Ángela ha intentando reinventarse diseñando una visita virtual pero reconoce que las nuevas tecnologías nunca podrán suplir al atractivo que supone viajar.