Estos dos pueblos de la provincia de Teruel (Aragón) han entrado en la escena de la actualidad en las últimas horas de este jueves. El pasado 5 de diciembre un individuo asaltó una vivienda en Albalate del Arzobispo. La Guardia Civil comenzó la investigación para localizar al asaltante, mientras fueron sorprendidos por los disparos que procedían de una casa de campo situada entre las dos localidades turolenses. Como consecuencia de ello, han fallecido tres personas, dos de ellas eran agentes de la benemérita, y el tercer era un acompañante que participaba en la búsqueda del individuo.

Albalate del Arzobispo (Teruel)

Es una localidad de unos 2.000 habitantes que es conocida como la capital cultural de la Comarca del Bajo Martín. Se encuentra a 136 km de Teruel. Ambas localidades turolenses (Albalate y Andorra) se encuentran a unos 21 kilómetros de distancia, y en una casa de campo cercana se ha producido el tiroteo.

El origen de su nombre proviene de cuando pertenecía al arzobispado de Zaragoza. El pueblo tiene origen árabe, se conservan pocos datos de la dominación musulmana. La estructura del pueblo, en cuesta y con calles estrechas, es la mayor herencia de esa época. Se conservan restos de una muralla de difícil datación y los cimientos del castillo. De este castillo destacan sus ventanales góticos y la iglesia con su torre mudéjar. Se han perdido otras partes relevantes de esta construcción como el patio de armas, la primitiva iglesia de los santos Justo y Pastor; así como las viviendas de servicio de la fortificación.

Andorra (Teruel)

Esta localidad tiene más habitantes, cuenta con 7.800 en el último censo ralizado en 2016. Es el tercer municipio más poblado de la provincia turolense. Está situada entre los valles de los ríos Martín y Guadalope, junto al pequeño río Regallo.

Andorra aparece por primera vez documentada en 1149, cuando es reconquistada a los musulmanes por Ramón Berenguer IV, príncipe de Aragón.

En la plaza Mayor de Andorra se alza la Iglesia de Nuestra Señora de la Natividad, construida entre finales del siglo XVI y principios del siglo XVII. Combina elementos de un incipiente barroco con otros de tradición mudéjar.