Rocío Molina señala que lo primero que no se hace bien es “respetar las normas” y deja claro que lo más importante es “la educación”. También, recalca la relevancia del “respeto” como otra de las claves para una buena convivencia vecinal.
La vocal del Colegio de Administradores de Fincas de Madrid expresa, por otra parte, que las normas “suelen ser de sentido común” y “están a disposición de todo el mundo”. Insiste en las reglas de régimen interno, además, considera que hay una “mediación constante” en el trabajo de los administradores.
Otro de los puntos en los que hace hincapié es en las funciones de los socorristas. Ante la tendencia de los padres a dejar sus hijos al cuidado de los vigilantes, Molina es clara: “Los niños son niños, juegan y no tienen precauciones, pero para eso están los adultos responsables de esas criaturas, no los socorristas, que tienen otras funciones”.
Por su parte, otro de los aspectos que deja claro es el de las barbacoas: “Tiene que haber una autorización por parte de la comunidad. La utilización privativa de un elemento común exige el acuerdo de tres quintas partes. Cuando son en pisos bajos, tiene que haber una salida de humos aunque la barbacoa sea portátil”.