“Es la primera vez que me veo en la necesidad de llamar a Cáritas, ya no me queda dinero ni comida". Es la frase con la que, según nos cuenta desde Cáritas, llegan muchas personas en busca de ayuda social desde la declaración del Estado de Alarma por el coronavirus el pasado 14 de Marzo. Una situación que ha dejado a muchas familias en una situación muy complicada.

En declaraciones a Herrera en Cope en Madrid, Javier Hernando, Secretario General de Cáritas Madrid, ha explicado que el último informe FOESSA sobre Exclusión y Desarrollo Social en España, indicaba que sólo en Madrid, “había 900.000 personas en situación de inseguridad que, de momento, iban saliendo al paso pero que cualquiqer recesión o situación problemática podría llevarles a una situación de crisis”, como así ha ocurrido con esta crisis sanitaria.

De todas ellas, el 40% son de personas que hasta ahora nunca habían tenido que recurrir a Cáritas. Además, según confiesa Hernando, "el 85% de estas solicitudes son para la cobertura de necesidades sociales, en su gran mayoría para alimentos, gastos de vivienda y medicinas de familias que no pueden obtenerlas de otra manera".

Como otros muchos sectores de la sociedad, la Iglesia madrileña, a través de Cártias Diocesana, ha reorientado sus actividades para ofrecer una respuesta, especialmente a los que la crisis del Covid19, ha hundido en una situación de auténtica necesidad.

Si nos acercamos a las historias de esas personas que acuden por primera vez a Cáritas, vemos diferentes situaciones de necesidad. Según Hernando, la mayoria es "gente que se encuentra sin ingreso alguno porque ha perdido su empleo o negocio o porque han enfermado, y carecen de ahorros y de apoyo familiar".

Es el caso de una chica de apenas de 30 años, que cuidaba a niños en el patio, durante los recreos, en un colegio y que ha sido despedida. Todavía no ha podido cobrar ninguna ayuda y ha tenido que acudir a un centro de Cáritas, por primera vez en su vida, porque no tenía nada para comer.

Y no sólo ayuda económica o de alimentos. Cáritas, también ofreciendo acompañamiento para personas que están pasando por una situación de crisis por la enfermedad de alguien cercano o de duelo por la pérdida de un ser querido. La Iglesia de Madrid les está ofreciendo apoyo y escucha desde un servicio de acompañamiento telefónico en el que Cáritas Diocesana participa junto a la Delegación de Jóvenes, los Religiosos Camilos y el Servicio de Atención Religiosa Católica de Urgencia (SARCU).

Hernando explica que para cubrir esta alta demanda que les llega “nos organizamos día a día con un criterio de flexibilidad y con un criterio de creatividad”. Por eso, han tenido que compaginar las normas de protección con la realización de sus actividades actividades esenciales, por ejemplo, “hemos tenido que combinar la atención telefónica con la atención presencial”.

Además de todas actividades, Cáritas Diocesana de Madrid sigue manteniendo su red de atención a las personas y familias más vulnerables, que ya estaban en una situación muy difícil antes del estado de alarma y que ahora han visto agravada aún más su situación. Personas en situación de soledad o crisis Por último, estos días están recibiendo también un considerable número de peticiones de ayuda por parte de personas en situación de soledad que, sin estar en exclusión social ni de pobreza, se encuentran solas.

Por suerte esta crisis también ha generado un gran movimiento de solidaridad y ayuda que parece haber estado hibernando los últimos años. Gracias a la colaboración y solidaridad de centenares de personas voluntarias, comunidades, entidades colaboradoras, empresas y donantes, Cáritas Diocesana de Madrid está atendiendo el aumento de las demandas de atención.