Máscaras que pueden asfixiar, cintas que estrangulan o ratones de juguete con piezas tan pequeñas que pueden provocar un atragantamiento mortal... La retirada de la venta de hasta tres mil productos de Halloween por parte de la Comunidad de Madrid intenta evitar más de un susto en estas fiestas. La mayoría de artículos incautados (hasta un noventa por ciento), en polígonos industriales como Cobo Calleja en Fuenlabrada o comercios de varias poblaciones madrileñas, tenían fallos en el etiquetado; el resto de productos intervenidos podían comportar graves riesgos para los niños.

Se han retirado casi doscientos artículos con riesgo de prenderse fuego y otros cien con riesgo de asfixia. Nueve de cada diez artículos procedían del mercado asiático. EL consejero de Economía, Empleo y Competitividad, Manuel Giménez, pide a comerciantes y consumidores que denuncien cualquier producto que levante sospechas. El consejero hace pedagogía con estos consejos a la hora de comprar artículos para Halloween: “lo primero que tenemos que comprobar siempre es el etiquetado; que se sepa quién lo ha fabricado e importado, quién se hace responsable de que el producto sea cien por cien seguro. También se debe verificar que el juguete no puede provocar problemas como piezas pequeñas que se desprenden o cintas que puedan estrangular a un niño”.

La operación de la Comunidad de Madrid sigue abierta en la capital y en varios municipios de la región. En ella trabajan los doce inspectores de consumo con que cuenta la región madrileña así como varios efectivos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.