Ella, una marroquí de 32 años, él, 10 años mayor que ella. Los dos cuerpos aparecieron tendidos en el suelo de una habitación de un pequeño piso de apenas 55 metros cuadrados en la calle del Consejo de Pozuelo, justo detrás del Ayuntamiento.

Según te estamos contando desde esta mañana en COPE, los dos fallecidos tenían cita hoy en un juzgado madrileño para firmar el divorcio. El hombre, que se dedicaba a la chatarra y que además acababa de ser operado de cáncer en el Hospital Puerta de Hierro, tenía desde el pasado 19 de Enero.

Orden de alejamiento que se le impuso poco después de la última paliza que propinó a la mujer. Palizas que eran constantes y que venían de lejos. Él ya llevaba viviendo unas semanas en casa de un familiar. Ayer, presuntamente mató a su mujer y luego se quitó la vida...

La pareja deja cuatro hijos menores de entre 5 y 11 años que se encontraron con la tragedia al volver del cole. No llegaron a subir a la casa y fueron atendidos por una psicóloga del 112. De momento están con una hermana de la fallecida.

¿QUÉ PASA CON LAS ÓRDENES DE ALEJAMIENTO?

Es la gran pregunta que hemos intentado trasladar a una persona que vive esto día a día. Se llama Alicia Tapias, es abogada de oficio madrileña, especialista en violencia machista. Nos ha contado en HERRERA EN COPE que a los políticos "se les llena la boca con promesas, con campañas para acabar con esta lacra". Todo es muy bonito, dice Alicia, pero al final, la realidad es otra, "que sobra burocracia y faltan muchos medios".

Faltan medios, matiza esta abogada, no sólo en los juzgados, sino también medios policiales. "No es cuestión tanto de poner un policía o un Guardia Civil sobre cada persona que tenga una orden de alejamiento como de establecer prioridades según la importancia y gravedad de cada caso".

Agentes que, al final, hacen lo que pueden, nos dice Alicia que además recuerda. "Una orden de alejamiento, o una sentencia para que no te acerques a “x” metros de una persona, es sólo un papel que no siempre se puede hacer cumplir".