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Cómo evitar que las mascarillas nos provoquen alguna lesión cutánea

Las mascarillas FFP2 son las que más problemas producen porque al ser más rígidas la fricción contra la piel es mayor.

Cómo evitar que las mascarillas nos provoquen alguna lesión cutánea
Gloria López Navas

COPE Madrid

Tiempo de lectura: 2'Actualizado 14:43

Con las altas temperaturas que se han establecido estos días en Madrid, las mascarillas se han vuelto un poco más molestas. Son obligatorias en mayores de 6 años cuando sea imposible guardar una distancia mínima de dos metros, pero en algunas personas se pueden convertir en un quebradero de cabeza por los problemas cutáneos que les ocasionan.

La fricción que producen en ciertos puntos de nuestra cara, como es el caso de la barbilla, la nariz y las orejas, ha aumentado el número de consultas en los dermatólogos estos días. Como siempre ocurre, las personas que más riesgo tienen de padecer molestias son los pacientes con patologías cutáneas previas, como dermatitis o rosácea.

En declaraciones a Mediodía Cope en Madrid, la doctora Ángela Hermosa, dermatóloga de la clínica FEMM, nos explica cuáles son los problemas más frecuentes: “lesiones tipo quemadura o rozadura, que suelen escocer e, incluso, doler bastante. A veces estas lesiones son tan exageradas que pueden producirse hasta heridas con algunas ampollas”.

En algunos casos, las molestias llegan a ser de tipo infeccioso. “También hay un incremento de infecciones de tipo foliculitis, es decir, la inflamación de los pelitos de la cara, y de las infecciones de herpes labial”, nos explica.

Problemas que pueden aparecer con cualquier mascarilla que hay actualmente en las farmacias pero que, según esta experta, suelen ser más comunes si utilizamos las mascarillas FFP2 ya que son más rígidas y, lógicamente, la fricción contra la piel es mayor.

Para prevenir la aparición de estos problemas, lo primero que nos aconseja esta doctora es una buena higiene de base. No sólo de la mascarilla, que tiene que estar lo más limpia posible, sino también de la piel de nuestra cara. Segundo, una correcta hidratación. Es decir, “echarnos crema hidratante a diario sin necesidad de recurrir a antisépticos faciales”. Y lo tercero, reforzar esa hidratación en las zonas que más sufren con “una crema barrera o vaselina para que así la fricción de la mascarilla contra la piel no sea tan acentuada”.

Existe, incluso, algún truco extra, como nos explica esta dermatóloga: “hay dispositivos de plástico, que se pueden comprar, que permiten que la mascarilla, en vez de engancharse en la zona de detrás de la oreja, se enganchen un poco más atrás. Se sujetan en el plástico y este plástico va colocado en la cabeza, por lo que así la mascarilla no nos roza detrás de las orejas”.

El calor que está haciendo en Madrid es, además, uno de los principales enemigos para nuestra piel. El problema es que al sudar más, las glándulas sudoríparas de nuestra cara, que son muchas, se obstruyen y hay, por tanto, más riesgo de sufrir alguna lesión, sobre todo, de carácter infeccioso. Por eso, esta doctora nos aconseja concedernos un pequeño respiro, si es posible: “si podemos mantener una distancia social, es conveniente que nos retiremos a ratos la mascarilla, pero sólo en el caso de que no tengamos a gente cerca. Es mucho más importante controlar esta pandemia a que no nos salgan lesiones cutáneas”, concluye.

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