Llevamos casi dos meses de colegio y los alumnos ya se han enfrentado a los primeros exámenes del curso. Algunos, los más pequeños, por primera vez en su vida. Una experiencia a la que cada niño se enfrenta de una manera diferente. Unos con demasiado agobio y otros con demasiado pasotismo.

Para Abel Domínguez, psicólogo del Colegio de Psicólogos de Madrid, en la actitud de cada niño ante el mundo académico “hay que hablar en términos de tanto por cierto”. Este profesional asegura a Cope que “tenemos una importante parte de genética que nos predispone para actuar de forma hiperexigente”. Pero, por otro lado, Domínguez apunta también al papel tan destacado que juega el ambiente en el que se desarrolla el niño: “Si ve que sus padres ante una entrevista o un examen de cualquier formación, nos agobiamos, nos tensionamos y lo vivimos con mucha exigencia, ellos también lo harán”.

Para intentar conseguir que nuestros hijos se enfrenten al mundo académico de la forma más equilibrada posible, Domínguez mantiene que “son los padres los que más pueden incidir en esa forma en que el niño se lo tome”. Por eso, Domínguez pone el acento en que lo primero que tienen que asegurarse los padres es “de que lleve una dieta lo más equilibrada posible y que duerma cada día las horas que necesita”.

Domínguez insiste también en lo importante que es hacerles ver que “las tareas que se hacen en casa por la tarde y atender en clase ya es estudiar”. Sólo con esto “se llevan ya un 70% u 80% de toda la información que luego tendrán que plasmar en un examen, con lo cual el tiempo de estudio ya sería lo de menos porque sería una cuestión de repasar nada más antes del examen”, ha explicado.