Son muchos los que han compartido su historia con las Meninas en internet y han inundado con selfies las redes sociales. “Velázquez fue el creador del selfie” dice un divertido Azzato, que reconoce estar “profundamente conmovido” con la reacción del público. Y no es para menos, porque incluso se “han hecho listas y menciones en redes sociales para que las Meninas se queden en Madrid para siempre”.
Afortunadamente no es un adiós definitivo. Cuatro de ellas se han cedido al Ayuntamiento de Madrid, y según Azzato “ya se está hablando para que vuelvan en un futuro y den la bienvenida a la primavera”.
De las 84 Meninas, 56 se subastan con un precio de salida de 3.000 euros. Lo que se obtenga se destinará a las ONGs asociadas al proyecto, siempre para causas relacionadas con la infancia, enfermedades raras o material sanitario para la población venezolana, etc.
“El arte ha salido a la calle, para llegar a quienes no van a los museos”, dice Azzato. “Me siento feliz porque la gente ha sido muy respetuosa. Madrid ha dado una auténtica exhibición de civismo y ha sentado un precedente para que este tipo de exposiciones se hagan en otras ciudades”.