LÍNEA EDITORIAL
Vencer al hastío y al miedo
Aún es tiempo de que los constitucionalistas de diversas matrices entiendan lo que está en juego y venzan sus miedos

Vencer al hastío y al miedo
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los últimos sondeos sobre las elecciones del domingo en Cataluña apuntan a que la abstención sigue siendo la principal amenaza. No solo porque la pandemia es un riesgo sino porque los votantes no independentistas están desmotivados. Por eso las fuerzas constitucionalistas redoblan esfuerzos, como lo hacen instancias de la sociedad civil tales como el Club Tocqueville, la Fundación Conversación o Empresaris de Catalunya.
Todos piden que se vaya a votar con independencia de la opción no independentista que elijan. La cuestión, desde hace mucho, no se dirime entre fuerzas políticas, sino entre bloques. Desgraciadamente los constitucionalistas no han sabido fortalecer lazos de unión capaces de ofrecer una alternativa sólida en forma de coalición postelectoral.
Así las cosas, lo que suceda el lunes 15 es una incógnita. En el bloque del independentismo no está claro quién va a imponerse, pero sí está muy claro que su electorado está muy movilizado y que, en caso de sumar, llegarán a un acuerdo. El efecto Illa ha hecho creer que era posible un gobierno constitucionalista que amparase a todos los catalanes, pero es difícil pensar que eso suceda, ya que la suma de los independentistas va a rondar 68 escaños según la mayoría de los estudios.
Aún es tiempo de que los constitucionalistas de diversas matrices entiendan lo que está en juego y venzan sus miedos, su escepticismo y su hastío para acudir en masa a las urnas. El 14-F no está sólo en juego un gobierno sino la posibilidad de avanzar en una convivencia en libertad bajo la cobertura del Estado de Derecho.



