"Una puñalada a la democracia... desde la democracia"

Desde el principio de la legislatura, las sesiones de control al Gobierno se han convertido en una bronca dialéctica entre la oposición y el ejecutivo, en la que se deslizan palabras gruesas y amenazas veladas. En la sesión de ayer se vivió un momento especialmente tenso cuando el portavoz de Ciudadanos acusó a Unidas Podemos de montar una "convención de delincuentes" para dar una puñalada a la democracia desde el corazón de la misma democracia, con el aval del PSOE. Esa "convención" se desarrolló horas después en una de las salas de la Cámara Baja, con el objetivo concreto de acusar a policías, jueces y fiscales, por la condena de seis jóvenes de Zaragoza que atacaron a las fuerzas del orden durante un acto político de Vox.

Curiosamente, tras una sentencia inicial más moderada, la Audiencia Provincial de Zaragoza aumentó las penas impuestas a los acusados de agresión y lesiones a varios policías, una vez que la Fiscalía y la Abogacía del Estado, que dependen del Gobierno, lo reclamaron ante la gravedad de los delitos. La paradoja se puso anoche de manifiesto al apoyar el grupo socialista a sus socios de Podemos, organizadores del acto de homenaje a los antisistema condenados, que derivó en el ataque a policías y magistrados. Todo ello ocurrió en la mismo Congreso donde se debate la nueva Ley de Seguridad Ciudadana contra la que se vienen manifestando los miembros de los Cuerpos de Seguridad, sin que el Gobierno se haya molestado en decir una sola palabra, acostumbrado a mirar para otro lado cuando algo le incomoda.