El Gobierno anunció ayer que los restos de Franco serán sacados del Valle de los Caídos e inhumados en el panteón de Mingorrubio, en El Pardo, el próximo 10 de junio. Desde el pasado mes de agosto el Gobierno de Sánchez viene anunciado la exhumación, la única novedad en este caso es la fecha. Pero la fecha en realidad no depende sólo del Gobierno, sino de un acuerdo con la familia que el Ejecutivo nunca ha conseguido, porque nunca ha querido sentarse a negociar.

La familia quería que el último destino de Franco fuese la Catedral de la Almudena de Madrid. Desde el pasado viernes la última decisión depende del Supremo, al que la familia ha recurrido. El recurso está admitido a trámite y dentro de unos días sabremos si se decreta la suspensión cautelar solicitada. En ese caso, la exhumación quedará paralizada. El Gobierno ha hecho pura propaganda electoral al fijar la fecha del 10 de junio. Y ha mostrado, además, muy poco respeto por la justicia. Pero a Sanchez le da igual el proceso judicial, se trata de polarizar para ganar votos. Esperemos que la oposición no caiga en la trampa.