Los datos de paro registrado que hemos conocido este lunes son algo contradictorios. Sube el paro en 3.270 personas y esa es la peor referencia desde 2013. Pero lo que cuenta de verdad es cómo se ha comportado la afiliación a la Seguridad Social, es decir la creación de empleo. La afiliación ha aumentado en más de 69.000 personas, lo que supone un incremento algo menor del registrado en los dos últimos años. Tenemos que esperar a los datos de la EPA para valorar adecuadamente como se está comportando el mercado de trabajo, pero todo indica que sigue creándose empleo, aunque a menor ritmo que en 2018, un año récord.

Lo sorprendente es que el Gobierno de Sánchez se atribuye los buenos datos y sigue criticando la reforma laboral que hizo Rajoy. Fue sin duda una reforma limitada pero ha tenido efectos positivos. La creación de empleo ha sido intensa en los últimos tiempos, pero en el mejor de los casos acabaremos este año con un paro entorno al 14%, una cifra altísima. En este tiempo electoral, los partidos, en vez de agitar el miedo, deberían debatir soluciones para los problemas que tiene nuestro mercado laboral. España está a la a la cola en formación continua. Hace años que sabemos que no puede haber tantas diferencias entre los trabajadores que tienen un contrato fijo y los que tienen un contrato temporal. Nos amenazan nuevas formas de exclusión laboral y es muy probable que los empleos sigan siendo inestables, por eso es necesario no proteger el puesto de trabajo, que será cambiante, sino al trabajador.