El Papa llega esta noche a Emiratos Árabes Unidos, en la que será la primera visita de un Pontífice a la península arábiga. Es un gesto importante en el diálogo con el islam, un gran empeño de Francisco, que en unas semanas volverá a visitar un país de mayoría musulmana, Marruecos. En un momento en que el terrorismo islamista es un asunto recurrente en la actualidad, la visita del Papa muestra un apoyo claro a esa mayoría musulmana, a veces silenciosa, empeñada en deslegitimar la manipulación de la religión para la violencia. Pero también la libertad religiosa tendrá un protagonismo.

La Misa que celebrará Francisco este martes al aire libre en Abu Dhabi no solo será el acto público más multitudinario que haya visto nunca este país, sino también la primera gran celebración cristiana en una región donde todavía hay países en los que poseer una Biblia se considera delito. Resultan de enorme importancia este tipo de reconocimientos a la libertad religiosa y de conciencia, que en el caso del islam empieza lentamente a tomar cuerpo con significativos pronunciamientos en los últimos años. Unido a ello, en la península arábiga se plantea el debate de los derechos humanos en sociedades donde existe un importante número de expatriados occidentales cristianos, pero también amplias capas de población migrante y pobre a quienes, en la práctica, no se les reconocen sus derechos más elementales.