La pandemia como simple contratiempo

Uno de los aspectos más dramáticos de la pandemia es la aparente incapacidad del Gobierno para movilizar todos los recursos posibles, para luchar contra la crisis sanitaria, mediante un pacto nacional que deje al margen las diferencias políticas. A la luz de sus iniciativas legislativas, parece claro que el Gobierno no está dispuesto a llegar a ningún acuerdo en este sentido, porque sus prioridades tienen que ver con batallas ideológicas como las de la educación, la eutanasia o la ideología de género.

En todos estos terrenos, el gobierno de coalición del PSOE y Podemos se aparta del consenso constitucional y busca la fractura social, precisamente cuando más necesaria es la unidad. La próxima estación de esta deriva será la llamada “Ley Trans” que prepara la Ministra de Igualdad, Irene Montero, que ya ha suscitado severas críticas incluso desde las filas del feminismo histórico, con profundas raíces en el PSOE. La mencionada ley prevé la posibilidad de cambiar de sexo con una mera declaración a partir de los 16 años, sin necesidad de informe médico ni consentimiento paterno en el caso de menores, y la posibilidad de suprimir la mención al sexo en los documentos oficiales. Mientras, la pandemia y la crisis económica cabalgan desbocadas