Caritas Española hizo público ayer el informe anual sobre la realidad socio-económica de nuestro país realizado por la Fundación Foessa. El informe ofrece un retrato de nuestra sociedad muy alejado del que suelen recoger los organismos oficiales y proyecta una lacerante señal de alarma: la quiebra del pacto social, con más de ocho millones de españoles en riesgo de exclusión. La salida de la crisis económica deja una secuela dramática para esos millones de personas: la cronificación de la pobreza y la descalificación social de los más débiles, lo que apunta a un fracaso de la “sociedad de bienestar”.

Uno de los aspectos más relevantes del informe se refiere a la vivienda, que se ha convertido en un factor decisivo para la exclusión social: más de dos millones de personas están en riesgo de perderla debido al aumento excesivo de los precios de alquiler. Crece también la preocupación por la creciente precariedad del trabajo, mientras la política de protección de la familia se encuentra en los niveles más bajos de Europa, y empieza a descender la solidaridad que tanto ha contribuido a salir de la crisis.

Precisamente, ante estas incertidumbres, el Secretario de la Conferencia Episcopal, Mons. Luis Argüello, reclamaba hace pocos días buscar juntos un nuevo «pacto social» y abordar la reforma del «Estado del bienestar», superando las visiones a corto plazo. Todo ello reclama un tejido de solidaridad que deben activar las realidades más vivas de la sociedad civil, pero también debe ser objeto de un gran diálogo por parte de las fuerzas políticas, más allá de esquematismos ideológicos.