Netanyahu no está a la altura

La actuación del Gobierno de Netanyahu en la guerra de Gaza no solo no respeta derechos humanos fundamentales y las reglas del derecho internacional, sino que compromete seriamente el futuro de Israel y le priva del liderazgo moral que está llamado a tener en la zona.

El ataque al convoy de la ONG del chef José Andrés, que ha matado a seis trabajadores, es un episodio más de cómo se está desarrollando en Gaza la respuesta a los brutales atentados de Hamás en octubre del año pasado. Hay un patrón que se repite con demasiada frecuencia: el ejército israelí está informado de la actividad de los cooperantes, se produce un ataque y el Gobierno de Netanyahu anuncia que va a realizar una investigación. Las investigaciones no son concluyentes y queda sembrado el terror.

Netanyahu y su ministro de defensa, Yoav Gallant, están embarcados en una escalada que no parece tener fin. Prueba de ello es el bombardeo aéreo contra la residencia del embajador iraní en Damasco, que ha matado al menos a ocho personas, entre ellas uno de los mandos militares iraníes más destacados en Siria, Mohammad Reza Zahedi.

Como ha dicho el general israelí Dan Goldfus, una de las voces críticas del momento, es necesario que los políticos de Israel se unan para rechazar el extremismo de los integrantes del actual Gobierno. Es lo que reclamaron miles de personas el pasado sábado en Tel Aviv, cansadas de la deriva de un líder que no está a la altura de las circunstancias dramáticas de su país.