Línea editorial: "Nuevo colonialismo"
El ébola y otras enfermedades como la malaria, el cólera, el sarampión o la peste bubónica, se cobran miles de vidas, especialmente entre la población joven
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Actualizado 08:20
La visita del Papa Francisco a África nos ha ayudado a fijar nuestra atención en una serie de problemas que solemos ignorar. El Papa ha pasado varios días en el Congo, el segundo país mayor del continente. Un país rico en recursos naturales y un país de gente pobre. Uno de cada tres niños sufre desnutrición crónica. El ébola y otras enfermedades como la malaria, el cólera, el sarampión o la peste bubónica, se cobran miles de vidas, especialmente entre la población joven. Congo tiene una extraordinaria riqueza de tierras cultivables, bosques, recursos hídricos y materiales raros. Pero como ha señalado el Papa, esos recursos naturales atraen inversores de China, Europa, Sudáfrica y Estados Unidos. Las compañías extranjeras en algunos casos extraen ilegalmente oro, diamantes y metales raros. Los congoleños, especialmente los niños, son explotados en no pocas ocasiones. La violencia está relacionada con esta explotación, y detrás de ella hay muchos grupos armados, problemas étnicos e intereses internacionales.
En Sudán del Sur hay una problemática similar que se ve agravada por las consecuencias del cambio climático. China explota los yacimientos petrolíferos. Los desbordamientos del Nilo Blanco son cada vez más graves. Pueblos enteros desaparecen y sus habitantes se convierten en refugiados. Actualmente en Sudán del Sur se encuentran en guerra al menos siete grupos armados. Petroleras transnacionales, controladas principalmente por intereses asiáticos, han sido cómplices en las ofensivas militares. Todo esto lo está denunciando el Papa, pero pocos quieren escuchar.
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