Línea editorial: "María vela por nuestra ciudad"

La Iglesia celebra hoy, en la espera de la Navidad, la festividad de la Inmaculada Concepción de María, un dogma proclamado por el Papa Pio IX que vino a confirmar la fe constante de la Iglesia en esta verdad que el pueblo fiel celebraba desde mucho tiempo antes. Para buena parte de la sociedad esta fecha se suele asimilar a un “puente” para el ocio que se une a la fiesta civil de la Constitución.

Pero este año, a causa de la pandemia, las circunstancias invitan a un mayor recogimiento para festejar en familia el pleno significado de esta fiesta que tanto tiene que decir a nuestros empeños y fatigas cotidianos.

La estrella de María señala que la santidad consiste en la plena apertura de la libertad al don de Dios, de la que deriva un ímpetu incansable de caridad para generar una cultura nueva, incluso, como dice el Papa Francisco en su última encíclica, una política distinta.

En el páramo del nihilismo, que afecta a las sociedades europeas, María sigue velando por nuestra ciudad común en tantas imágenes que siguen gozando de la veneración del pueblo. Ella nos recuerda que el sentido de nuestra vida, tanto en las penas como en las alegrías, es su hijo Jesús. Como subraya Francisco en su oración para la pandemia, María sabe de qué tenemos necesidad porque es la primera de nuestra estirpe humana, y como madre proveerá para que puedan volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.