Línea editorial: "Evitar tensiones"

Al ministro de Transportes, José Luis Ábalos, habría que tomarle la palabra cuando, al declararse favorable al indulto a los sediciosos catalanes, afirma que el Gobierno “tiene la obligación moral de aliviar tensiones”. Si por algo se ha caracterizado el Gobierno en este año aciago ha sido precisamente por provocar tensiones innecesarias en buena parte de la sociedad. Una de ellas se deriva de burlar a la justicia al proponer el indulto a los condenados por sedición como pago al apoyo recibido para aprobar los presupuestos.

Si eso apacigua a quienes cometieron un grave delito y pusieron en riesgo la convivencia, al mismo tiempo crispa a quienes le recuerdan su obligación de cumplir y hacer cumplir la Constitución.

A lo largo de su mandato el Gobierno se ha caracterizado por ignorar al Parlamento, intentar controlar al Poder Judicial y sacar leyes sin debate ni consenso, como las de educación y eutanasia. Parece que el Gobierno de Sánchez e Iglesias se complace en buscar el enfrentamiento social por razones puramente ideológicas o de oportunismo.

Nada parece importarle que las calles se llenen de protestas contra unas leyes que coartan la libertad y atacan de raíz la propia Constitución. Y tampoco parece importarle los ataques contra la Monarquía parlamentaria y la figura del rey Felipe VI que simboliza la unidad de España bajo la Constitución. Ciertamente, el Gobierno tiene la obligación de aliviar tensiones, pero más aún la de no crearlas.