El recién nombrado arzobispo de Madrid, monseñor José Cobo, ha sido entrevistado esta mañana en Herrera en COPE. El nuevo arzobispo, jienense de nacimiento, aunque afincado en Madrid desde hace muchos años, ha agradecido cuanto ha aprendido de los obispos mayores y se ha mostrado aún sobrecogido por la misión que comienza al frente de la Iglesia que camina en Madrid, una tierra que, como él lleva experimentando muchos años, está llena de gente apasionada por el Evangelio, pero donde existe también mucha soledad y muchas cruces escondidas.

Monseñor Cobo ha reconocido que mira al futuro cargado de esperanza, consciente de que vivimos una época de cambios en la que se oscurece lo sagrado y en la que los más pobres y vulnerables nos apremian desde el mismo Jesucristo. Con raíces como cura en el popular barrio de Usera, conoció la dureza y el desagarro provocado por el mundo de las drogas y se implicó muy joven en la respuesta eclesial a esa lacra. También conoce de primera mano el fenómeno de las migraciones, un signo de los tiempos, tan presente en el magisterio del propio papa Francisco, y que nos interpela a descubrir que cada persona que emigra tiene detrás una historia de dolor y de esperanza que merece ser acogida.

El nuevo arzobispo de Madrid ha subrayado que no hay recetas para el desafío de la misión en un mundo en que el cristianismo ya no es la referencia ética y cultural dominante. Insiste en el testimonio del Evangelio que sigue fascinando, y en la generación de comunidades vivas que sean lugares de presencia y de misericordia.