Arranque accidentado

Los caucus de Iowa para elegir los candidatos demócratas a las elecciones presidenciales de Estados Unidos han tenido un arranque accidentado. Las asambleas electorales de este Estado, adquirieron un gran peso desde que Carter quiso darles protagonismo para contrarrestar la puesta en cuestión de la democracia interna del partido. Y así un pequeño Estado agrícola, con poco valor representativo, se convirtió en el lugar donde se aquilatan los pre-candidatos. Pero la fórmula es antigua y la desorganización ha provocado retraso en los resultados.

Los aspirantes han arrancado con mal pie en unas elecciones en las que lo tienen muy difícil. La popularidad de Trump es muy alta, el impeachment probablemente servirá para fortalecerlo. Y entre los pre-candidatos demócratas es difícil encontrar un perfil que señale un rumbo claro para fraguar una alternativa al presidente republicano. El senador Berni Sanders representa la opción claramente izquierdista. Arrastra a muchos jóvenes, pero sus propuestas son demasiado revolucionarias como para fraguar una mayoría amplia. Las propuestas de la también senadora Warren serían perfectamente asumibles por un centro izquierda o incluso por un centro-derecha europeo. Pero un sistema público y universal de sanidad y la condonación de las deudas contraídas por los estudiantes en la Universidad son propuestas demasiado innovadoras. Joe Biden, el que fuera vicepresidente de Obama, encarna la moderación pero tiene en su contra la edad y su pasado cargado de decisiones no muy acertadas.