Según ha confirmado esta mañana en Herrera en COPE el vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, todos los indicadores económicos señalan para la vuelta de vacaciones una difícil coyuntura económica en la que coincidirán la alta inflación con la desaceleración económica y la incertidumbre que genera la guerra en Ucrania, lo que vendrá acompañado también de la subida de tipos de interés.
En el mes de junio la inflación en España alcanzó un 12 por ciento, superando a la de la zona euro que fue de un 8,6 por ciento. Estamos ante una significativa reducción del poder adquisitivo de las familias. Aunque hay que reconocer que el mercado laboral está aguantando bien los efectos del bache económico general, los indicadores sobre la ralentización de contrataciones y la acumulación de impagos de las empresas anuncian un escenario complicado. Hasta la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ha reconocido que nuestro país debe prepararse para unos trimestres complejos.
Ante estos movimientos telúricos, tal y como apunta la caída de la bolsa y cierta inquietud en los mercados internacionales, es urgente alcanzar un pacto de rentas entre empresarios y sindicatos, con la implicación del Ejecutivo. Es necesario que el Gobierno no se equivoque en sus previsiones, diga la verdad sobre lo que está pasando en nuestra economía y no se dedique a repetir frases hechas o eslóganes ideológicos.