Acoso a la educación concertada

La propuesta del Gobierno de una nueva ley de educación que derogue la actual LOMCE empieza a desvelar un preocupante empeño de limitar la educación concertada en España. Las recientes reuniones de la responsable del partido socialista en educación y universidades, Luz Martínez Seijo, con los padres católicos de alumnos y con los titulares de los colegios privados y concertados ha hecho saltar todas las alarmas.

Las propuestas del gobierno pretenden limitar el derecho de los padres a elegir el centro para sus hijos, además de imponer un modelo de educación que no nace del consenso social sino de la ideología del gobierno. Los representantes de los padres católicos han declarado que los socialistas pretenden discriminar, acosar y humillar a la educación concertada, un sistema, por cierto, que puso en marcha un gobierno socialista, que traduce adecuadamente el mandato constitucional sobre la libertad de educación y que ahorra no poca cantidad al presupuesto del Estado.

Muestra de la obsesión contra la educación concertada es lo que está pasando en Cataluña, donde la Generalitat pretende un decreto de admisión de alumnos que vulnera los derechos fundamentales de titulares y padres, al establecer una planificación administrativa previa al proceso de elección de centro. Este sistema subordinaría las plazas de la educación concertada en Cataluña a la oferta y al desarrollo de los centros públicos, con lo que reduciría el sistema de inciativa social a mínimos. Una vulneración clara del derecho de los padres a elegir el modelo y el centro de educación para sus hijos.