El seminario, semilla de esperanza

“Sembradores de esperanza” es el lema con el que la Iglesia en España celebra el Día del Seminario en torno a san José. Se trata de una jornada en la que, tradicionalmente, se celebra una colecta en las parroquias para el sostenimiento de los seminarios, y se invita a dar las gracias por las vocaciones sacerdotales, al tiempo que se pide a Dios que no deje de enviar a obreros a su mies. En los materiales difundidos para la celebración de esta jornada, la CEE incide en la insustituible labor del presbítero, como signo y portador de un mensaje de esperanza e identidad comunitaria en tiempos de soledad e individualismo alienante.

En contraposición a esa desesperanza, tan característica del momento actual en Occidente, resalta la belleza de la misión y entrega del sacerdote, como alguien capaz de facilitar que los demás eleven la mirada por encima de los quehaceres y miserias cotidianas, por no hablar, que también, de elevar la mirada más allá de la pantalla del teléfono móvil. La vocación sacerdotal no es, ni mucho menos, la única indispensable en la Iglesia. Vivimos en tiempos que se caracterizan por el redescubrimiento de otros carismas y vocaciones. En todo caso, la superación del clericalismo que, en los últimos tiempos, afectó a la Iglesia en muchos países, ofrece una ocasión idónea para poner en valor la función única e insustituible del sacerdote y para movilizar todos los recursos posibles para asegurar que nunca falten las vocaciones, comenzando por la oración.